MONASTERIO DE STARO HOPOVO

El monasterio también forma parte del grupo arquitectónico de Morava y se distingue por su tamaño y ubicación. El monasterio está situado en una estrecha cuenca y rodeado de bosques.

Dañada por los turcos en los siglos XVI y XVII, Hopovo mantuvo estrechos vínculos con los monjes de Rusia. Por ejemplo, las reliquias del monje ruso del siglo IV, Teodor Tiron, y las de San Anastasio de Constantinopla se conservan en cofres de madera con incrustaciones. De 1920 a 1943, el monasterio también albergó a muchas monjas rusas que habían huido de la Revolución de Octubre; a la entrada de la iglesia se encuentra el féretro de la Madre Catalina, pariente cercana de la familia Romanov. En 1941, la Ustasa quemó 42 de los 61 iconos de la iglesia y se llevó todos los objetos litúrgicos de valor. El monasterio de Staro Hopovo ha sido ocupado muy recientemente. Fue reactivada en 2008 y abrió sus puertas a los primeros monjes y visitantes en 2014, aunque llevaba setenta años abandonada. Construida sobre una planta de cruz clásica, la iglesia del monasterio cuenta con interesantes pinturas murales. Los frescos de la naos fueron realizados por artistas que probablemente pasaron una temporada en el Monte Athos, lo que explica las composiciones similares a las del Gran Lavra de Creta. En el nártex hay varias escenas de la vida de Cristo, pero también representaciones de santos guerreros, jerarcas y ermitaños.