MEZQUITA SIDI BOUMEDIENE
Mezquita construida por Abu el-Hassan con una puerta fabricada en España, un delicado mihrab, un minbar de madera de cedro..
Choïab Ibn Hocine El-Andaloussi, conocido como Sidi Boumediene, nació en Sevilla en 1126. Fue iniciado en el sufismo en Fez por el jeque Abu Al-Hassan Ibn Harzihim, antes de retirarse a los alrededores de Tlemcen. Su búsqueda espiritual le llevó a La Meca, donde se convirtió en discípulo del jeque Sidi Abdelkader El-Djilali. Después partió para llevar sus enseñanzas a Bagdad, Sevilla y Córdoba, antes de establecerse en Bejaïa, donde se casó y pasó los últimos años de su vida. En 1197, el sultán de Marrakech le llamó, pero cuando se acercaba a Tlemcen, concretamente a Aïn-Tekbalet, se detuvo ante el ribat (monasterio-fortaleza) de El-Eubbad y exclamó "éste es un buen lugar para dormir en paz " antes de caer en el "sueño eterno". Apodado el jeque de los jeques o el Ouali, "el amigo de Dios", Sidi Boumediene es el perfecto santón, el "salvador" (al ghaout) al que todo se le pide, y su mausoleo es meta de numerosas peregrinaciones. Uno de sus dichos más famosos es: "Alabando lo que cree, el creyente alaba su propia alma, por eso condena las creencias ajenas a la suya. Si fuera justo, no lo haría"
Saqueado e incendiado a principios de la década de 1990, el santuario ha sido objeto de importantes obras de renovación que le han devuelto su prístino esplendor. La mezquita fue construida en 1328 por Abu El-Hassan, sultán meriní de Fez. Se accede a ella por una decena de escalones hasta un impresionante pórtico monumental, cuya pesada puerta de madera de cedro, cubierta de placas de bronce fijadas con clavos finamente decorados, es tan maciza que requiere un sistema de cierre bastante fantástico. Se dice que esta puerta, originaria de España, llegó milagrosamente sola por mar. Más allá del patio cuadrado, cuyo centro está marcado por una pila para las abluciones, la sala de oración consta de cinco naves. El delicado mihrab está marcado por una hermosa cúpula calada. El minbar de madera de cedro fue un regalo del emir Abdelkader. A ambos lados de la mezquita, las dependencias incluían baños, una medersa (1347) y una casa de huéspedes. El historiador Ibn Jaldún dio conferencias en la medersa. También allí se puede visitar su mausoleo, en lo alto de la escalera que arranca justo encima del yacimiento de Sidi Boumediene (pregunte in situ si no lo encuentra). Tras entrar en el santuario, hay una puerta a la izquierda y una estrecha escalera que baja hasta la tumba de Sidi Boumediene. Una visita obligada.
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