LA CAROLINA LODGE
Llegas a un lugar muy distinto, aquí no hay electricidad, una vez pasada las 20 h. Las habitaciones son encantadoras y están perfectamente decoradas. Para la comida, velas, una cocina al horno de madera, debates delante de la chimenea por la noche, y una gran mesa para compartir su comida con sus vecinos de las campanas (mayoritariamente americanas). La cocina es típica pero, sobre todo, deliciosa. Un poco más lejos, podrás disfrutar de las hamacas al lado de una pequeña piscina rústica. Además, el agua del río se ha desviado para alimentar el baño, climatizado con fuego de madera. También podrás bañarte en el río, justo delante del lodge. El trato es muy acogedor. Si miras a tu alrededor, puedes ver algunos animales salvajes, uno de los cuales suele estar presente en los árboles de la propiedad. En un rincón, varios caballos te permitirán ir caminando, acompañado de un excelente guía en los alrededores. La Carolina Lodge es un paraíso perdido, fuera del tiempo. Consejo inteligente: reserva, si puedes, la cabina El Toucan. Con su baño privado exterior, climatizado al horno de leña, podrás jugar a los reyes de la jungla; ¡una verdadera felicidad!