RIAD SALAM
Las mucharabiehs situadas en la planta baja de una casa varennesa destacan este restaurante marroquí que posee un interior calentado por un helado anaranjado y una terraza refrescante frente a las islas arboladas que separan a la Marne en dos brazos. La carta hace honor a los platos: la carne de vacuno está adornada con aceitunas y limón confitado o con albaricoques en un estilo salado; el pollo embellece a veces las ciruelas pasas y las almendras, a veces la berenjena y la cebolla. El cuscús, por su parte, se mueve en las fuentes del desastre; también se propone con otras carnes nobles como la costa de cordero. Si deseas picar un surtido de especialidades, optarás por una entrada mixta que se compone, por ejemplo, de ensalada mechouia, caviar de verduras zaalouk y de folletas briuatas repletas de kefta.