TEA FACTORY
Cómo llegar y contactar
Quedan al menos dos rastros del paso de los ingleses a las Seychelles: conducimos por la izquierda y bebemos té. ¡Mejor aún, lo cultivamos! Traídas de Kenya en 1962 por Bill Anderson, las primeras plantas fueron plantadas en las colinas de Morne Blanc. Cuatro años después, se construyó una pequeña fábrica. Sesenta años han pasado, la producción de esta Fábrica de Té alcanza ahora unas 50 toneladas por año. Sin embargo, la cosecha no es suficiente para las teteras de las Seychelles, ya que éstas consumen de 80 a 90 toneladas al año, de ahí la necesidad de importar de Sri Lanka.
Cultivadas en 110 arpents de altitud (hasta 390 m), las hojas de té son cosechadas de septiembre a marzo por un centenar de recolectores (que deben recoger al menos 18 kg cada uno entre las 7 de la mañana y el mediodía). Una vez que las hojas se han marchitado y aplastado, el té es clasificado y fermentado el mismo día. Secado, re-seleccionado y clasificado de nuevo, es finalmente aromatizado con vainilla, especialmente para el mercado local.
La empresa también comercializa un segundo producto, cultivado en las cercanías, el limoncillo, que es muy conocido por los turistas, que a veces siguen bebiendo una copa al final de la cena, aunque la costumbre está desapareciendo. Los Seychelles, por su parte, ya no beben esta tisana, que tiene muchas virtudes (digestivas y antirreumáticas). Toda la gama de tés "Seychellois" se vende allí, a precios similares a los de las tiendas. Una buena parada en este encantador camino, tanto más cuanto que desde estas alturas uno se beneficia de una vista en picado de la costa oeste.