KATIOLO
¡Un monumento histórico! Analizada sobre la minúscula playa de Anse Faure, cerca del aeropuerto y en una curva de alfiler de pelo, la primera discoteca de las Seychelles ya tenía la marca en los años 1980, cuando Su Alteza Sernissime el príncipe Malko Linge pasaba por allí, bajo la pluma de Gérard de Villiers (en lo que se desencontraba de Gérard de Villiers). Más de cuarenta años después, el éxito sigue ahí.
La programación se quiere en el aire, internacional. De la tecno, pero también algunos aires de sega que despiertan a los noctámbulos mayores. Tampoco en este caso los turistas son legión. Este dancing, muy exótico, merece que se beba una última copa bajo su techo de palma. Si bien el tono sube, normalmente el ambiente es bueno, tanto alrededor de los dos bares como bajo los cocoteros vecinos de la parte trasera que da a la playa. La entrada es gratuita para las chicas los miércoles, así que reina un cierto ambiente, más acogedor que el fin de semana.