Qué ver y hacer Samba Dia

Se trata del baobab más grande de Senegal, un impresionante ejemplar de 33 m de circunferencia y unos ochocientos cincuenta años que se encuentra en un bosque que alberga baobabs de muchos siglos de antigüedad. Su tronco es muy ancho y está formado por bultos que se pliegan y se repliegan continuamente. El árbol es impresionante. Los vendedores de batiks, souvenirs y máscaras esperan a los turistas, pero, para evitar demasiada presión a los turistas y el ruido, se han organizado. Ahora, por turnos, invitan a los recién llegados a entrar en el árbol para ver la enorme colonia de murciélagos que vive allí —no es peligroso, pero sí muy impresionante— y dar información muy interesante sobre el sitio. Recomendamos que los turistas acepten, ya que la visita es por donación. Solo tendrá que mirar el puesto de un vendedor en particular, sin ninguna obligación. Aunque es un poco pesado, ¡evitará que le acosen al llegar! Se aprecia mucho el esfuerzo de gestión, las explicaciones y la visita. Recuerde usar ropa holgada, ya que entrar al árbol requiere hacer contorsiones.

Una granja-escuela agroecológica que merece una visita y que ha iniciado muchos proyectos de colaboración en la región. Podrá conocer a jóvenes en formación, visitar viveros de cocoteros y otras plantaciones, mientras descubre la ingeniosa metodología dirigida a hacer que los estudiantes sean independientes y ecoresponsables. También es posible comer y pasar la noche allí (con reserva).

Para los curiosos, por el lado de Mbissel, Yayem y Samba Dia, se puede ver un fenómeno casi único: una degeneración genética de las palmeras, cuyo tronco está dividido en tres o cuatro partes. Parece como si salieran dedos de las palmeras.

Algunos científicos han investigado el fenómeno (pero... levantando la cabeza), y parece que el origen exacto de esto sigue siendo un misterio por el momento.