MUSEO DE HISTORIA DE MISSISSIPPI Y MUSEO DE DERECHOS CIVILES DE MISSISSIPPI
Inaugurado en diciembre de 2017, este museo ha sido un éxito sin precedentes desde su inauguración y refleja la expectativa de la población local de un lugar único que traza tanto la historia del Mississippi como la lucha por los derechos civiles. Un pase combinado le dará acceso a ambos museos. Le tomará entre 2 y 3 horas tener tiempo para explorar ambas partes. Cada museo está muy bien hecho, divertido, visual y muy bien pensado. La parte histórica cubre los diferentes períodos de la historia del Estado, desde la vida de las primeras tribus locales hasta la llegada de los franceses y los primeros europeos. La esclavitud es también una parte importante del sistema, al igual que el sistema de aparcería, la esclavitud disfrazada practicada al final de la Guerra Civil. Las exposiciones también cubren los principales acontecimientos del siglo XX, las inundaciones de 1927, las migraciones hacia el norte y la segregación, que se tratan con más detalle en la sección sobre derechos civiles. Por lo tanto, lo ideal sería empezar por el Museo de Historia antes de pasar al Museo de Derecho Civil. Este último comenzó al final de la Guerra Civil y traza la evolución de las privaciones y luchas por los derechos civiles de los afroestadounidenses, no sólo en Mississippi, sino también en el sur y en todo el país en general. Presenta las fechas clave, los momentos más destacados y las personalidades más destacadas a través de frisos históricos, textos, fotos, vídeos y otras exposiciones multimedia. Es, por supuesto, mucho contenido, pero muy bien traído mientras que es juguetón y conmovedor al mismo tiempo. Las exposiciones se dividen en varias salas dedicadas a los diferentes períodos que tratan de la aplicación de las leyes de Jim Crow y la segregación; la propagación de la violencia racial con el surgimiento del Ku Kux Klan; los primeros movimientos cívicos, los que aparecieron en todo el país, pero también los que tuvieron lugar en Mississippi. La exposición no termina con la ley del 2 de julio de 1964, que suprime la segregación racial y restablece los derechos civiles de todos los ciudadanos estadounidenses, sino que propone una parte final que nos invita a reflexionar sobre cómo podemos avanzar desde allí y continuar haciendo que las cosas cambien.