Guía de viaje Valle Bts Luna

Hay dos formas de llegar, directamente por la antigua carretera de Calama o por la nueva. Un mirador panorámico instalado al borde de la carretera, en dirección a Calama, permite descubrir la Cordillera del Sel, en realidad el fondo de un lago emergido. Los sedimentos salinos batidos por la acción de la lluvia (muy rara...) y sobre todo del viento le han dado un nuevo toque artístico. El valle de la luna, que recuerda al valle de los leprosos de Ben Hur, es un lugar silencioso. El Valle de la Luna tenía la misma función, ya que era el refugio de los enfermos que se temía que contaminaran su pueblo. Se les llevaba comida y se deslizaba en cestas mediante un sistema de cuerdas. Si está planeando un viaje al Valle de la Luna, asegúrese de que estos lugares figuran en el itinerario de su agencia de viajes. El famoso Valle de la Luna es una vasta extensión de arena, salpicada de sal gema y rodeada de crestas, picos y colinas que dan al lugar un aspecto lunar. Se puede subir a la gran duna de la derecha para contemplar la puesta de sol (en compañía de decenas, si no centenares, de otros turistas... ¡sí!). Dos kilómetros más adelante, se abre una cueva con algunos pasadizos al aire libre. La multitud de turistas se agolpa rápidamente en la duna, ¡dejando la cueva para uno solo! Menos impresionante que el resto, pero suntuosa al fin y al cabo. Si piensa ir en bicicleta, hacer senderismo o acampar aquí, lleve agua en abundancia.