TSZ SHAN MONASTERY

Escondido de las multitudes, es uno de los secretos mejor guardados de Hong Kong. Abandonar los rascacielos de Hong Kong Island o Kowloon para encontrarse, en apenas una hora, en Tai Po, en este espléndido monasterio rodeado de montañas y bordeado por el mar, es mágico. Pocos viajeros se aventuran por aquí, y sin embargo no podemos dejar de recomendarlo: es uno de los lugares de espiritualidad más bellos del país, si no el que más. Le garantizamos que quedará maravillado

Historia. Antes del monasterio, el lugar era principalmente una zona natural sin desarrollar, rodeada de montañas y verdes colinas. Fue en 2015 cuando el fundador del monasterio, Li Ka-shing, un rico filántropo de Hong Kong, lo abrió al público. Su desarrollo llevó más de diez años y requirió una inversión de casi 3.300 millones de dólares de Hong Kong, en particular para integrar materiales tradicionales y técnicas modernas.

La arquitectura. La arquitectura del monasterio, inspirada en el estilo de las dinastías Tang y Song, mezcla elementos tradicionales chinos con un diseño moderno. Hay que decir que el monasterio tiene el aire de un hotel de 5 estrellas, tal es su atención al detalle y su elegancia. Los edificios están rodeados de apacibles jardines, con senderos serpenteantes y estanques. El diseño está pensado para fomentar la calma interior.

La estatua de Guan Yin. Es sobre todo esta colosal estatua, inmaculadamente blanca, la que atrae a los visitantes. Se trata de la estatua de bronce de esta deidad budista más grande del mundo. Tiene 76 metros de altura y domina el complejo desde su plataforma en forma de loto. Guan Yin simboliza la compasión y la sabiduría, valores centrales del budismo. A modo de comparación, el Gran Buda de Lantau, que ya es muy imponente, sólo mide 34 metros. En medio del callejón, justo delante de la estatua, hay un gran recipiente de bronce con agua, el estanque de los mil deseos. Los visitantes que hacen una ofrenda de agua a Guan Yin la vierten en él.

La Gran Sala de Buda. Dedicado a las prácticas budistas. Esta impresionante sala alberga tres estatuas doradas de Buda: Amitabha, Shakyamuni (el Buda histórico) y Bhaisajyaguru (el Buda de la Medicina). Cada estatua encarna aspectos esenciales de la fe budista: sabiduría, curación y compasión. Si tiene suerte (o si consulta el calendario de eventos de la web), podrá presenciar una ceremonia en la que los monjes rezan, cantan y tocan instrumentos, lo que contribuye a crear una atmósfera mágica.

Museo de Arte Budista. Inaugurado en 2019, es el primer museo de Hong Kong dedicado al arte y las reliquias budistas. Situado bajo la estatua de Guan Yin, expone obras, principalmente esculturas, de las tradiciones budistas china, tibetana y theravada. Entre las obras más destacadas figuran estatuas de bodhisattvas como Samantabhadra y Manjushri, que datan de los siglos ^VII al ^XII. También hay representaciones de Buda que datan del periodo Gandhara ⁽ siglos ^II-III ), un estilo influenciado por el arte helenístico. La visita al museo es muy recomendable, especialmente para los aficionados a la historia, ya que contiene algunas piezas raras y antiguas. Tenga en cuenta que cierra los lunes y todos los días entre las 13:00 y las 14:00.

Qué hacer. En el Museo de Arte Budista se puede aprender caligrafía china. Es gratis y los maestros calígrafos le ayudarán a practicar copiando ideogramas. Una actividad divertida y original. Todos los martes, jueves, viernes y sábados (10.15 h, 10.45 h, 14.15 h y 14.45 h), podrá participar en un paseo meditativo de hora y media por el bosque. Es necesario inscribirse en el Centro de Visitantes de la entrada. Los niños disfrutarán especialmente participando en una colección de sellos de oración durante toda la visita al monasterio. Estos sellos, disponibles en varias partes del monasterio, representan símbolos budistas y bendiciones inspiradoras. También se pueden utilizar para marcar un cuadernillo de visita que se ofrece in situ: un bonito recuerdo. Por último, para una visita autoguiada del monasterio, puede descargarse la aplicación Svaha, que ofrece comentarios en directo en inglés sobre el lugar exacto que está visitando.

Información práctica. El número de visitantes por día está limitado para preservar la serenidad del lugar, por lo que es imprescindible reservar un hueco en línea con antelación (entre semana, siempre hay sitio, mientras que los fines de semana suelen estar completos con varias semanas de antelación). También debe vestirse adecuadamente (brazos y piernas cubiertos, zapatos cerrados). Tenga en cuenta que el magnífico museo de arte budista cierra los lunes, así que recuerde venir otro día.

Cómo llegar Coger el metro (línea azul cielo hasta Tai Po Market) y después el minibús 20B o 20T hasta Tong Tsz Road (30 minutos) y después caminar 10 minutos, en total una hora y media. O tomar un taxi desde el mercado de Tai Po hasta el monasterio (15 minutos, 90 $ HK).

Consejos. Tómese al menos 2 horas para visitar todo el recinto. Lleve algo para cubrirse del sol, ya que hay pocas zonas de sombra. Lleve también agua y un tentempié, ya que el restaurante budista sólo abre a los visitantes en contadas ocasiones.

En resumen, el monasterio de Tsz Shan es un verdadero santuario espiritual, poco común en una ciudad como Hong Kong, y su atmósfera pacífica lo convierte en una visita obligada.