CASTEL DEL MONTE
Un edificio medieval que recoge todas las influencias culturales y estilísticas de Federico II.
Quienes viajen de Andria a Castel del Monte no se quedarán impasibles ante la visión de una corona de piedras rubias encaramada en la cima de un monte a unos 540 metros de altitud. Este majestuoso edificio medieval, situado en plena naturaleza y alejado de cualquier ciudad, reúne todas las influencias culturales y estilísticas presentes en el entorno de Federico II en el siglo XIII. Aunque se distingan los estilos clásico, románico y gótico, Castel del Monte refleja sobre todo la afición del emperador suabo por las culturas árabe y cisterciense. Aún no está claro porqué se eligió una forma octogonal, con ocho torres, para la estructura principal. La fuente octogonal del patio ha desaparecido, pero todavía se pueden ver las ocho habitaciones del primer piso y las ocho del segundo. Como comprenderá, el número ocho, símbolo del infinito, es omnipresente.
El Castel del Monte ha sido fuente de muchas especulaciones arquitectónicas y artísticas acerca de su diseñador, hasta el punto de que el castillo se considera actualmente un testimonio excepcional de la Edad Media. Sin embargo, el lugar también cumplía algunas funciones mucho más realistas: se sabe que era un enlace estratégico entre la costa y el interior, además de ser un símbolo supremo del poder imperial más que del militar (las aspilleras del interior del edificio se utilizaban para la iluminación más que para la defensa) y la residencia de caza del emperador suabo.
Albergó una prisión tras la caída de los suabos, para después ser abandonado y despojado de sus esculturas y decoraciones de mármol por los saqueadores. En 1876, el Estado compró el castillo, frecuentado por pastores y parias, por el precio simbólico de 25000 liras (unos 15 €). Después de su renovación, se abrió al público a principios del siglo XX y posteriormente, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996. Actualmente, es una de las principales atracciones turísticas de Apulia, aunque todavía deja muchas preguntas históricas sin responder...
Un castillo enigmático. Castel del Monte ha intrigado a historiadores y expertos durante siglos. ¿Para qué sirve una fortaleza sin fortificaciones, foso, puente levadizo o aspilleras? Algunos dicen que Federico II, hombre muy culto, mandó construir el castillo en relación con las constelaciones astrológicas, a las que era aficionado. Entonces, ¿es un lugar esotérico, un observatorio científico o una grandiosa residencia de confort? Nadie ha resuelto aún el misterio del porqué se construyó.