Tartes flambeadas y café gourmet para ser disfrutado en un restaurante con terraza en Colmar.
La habitación es diminuta y sólo tiene unos quince cubiertos. Sin embargo, la acogida es tan cálida que no te sientes apretado o avergonzado por la promiscuidad. Sencillo y discreto, este establecimiento merece una parada para degustar deliciosas tartas flambeadas clásicas o revisitadas (como la muy sabrosa Fleur de Sel: sobre una base gratinada, bosque negro, mesclun, virutas de parmesano, caramelo balsámico y flor de sal). En invierno, el menú es limitado pero eficaz y se complementa con sugerencias que se renuevan cada dos días (por ejemplo, pastel alsaciano y ensalada mixta, bibeleskaes, patatas fritas y munster, pollo picado, salsa de soja, verduras chinas y fideos). De postre, si no está seguro de si quiere un pastel de chocolate, una compota de frutas con requesón y especuloos o un helado, opte por un café gourmet: ¡tendrá una amplia selección de lo que le ofrece el menú! En verano, con una oferta gastronómica más amplia, podrá disfrutar de la comida hasta el final de la tarde en una agradable terraza de madera con vistas al agua. Un gran lugar en el corazón de la ciudad.
Une visite s'impose.
mais 3 aurait été plus
le serveur était très sympathique
le tout arrosé de vin d'Alsace (pas mal)
nous avons mangé sur la terrasse où les abeilles piquent