LUGAR ARQUEOLÓGICO

Giurgiulești tiene una rica historia y fue mencionada por primera vez en un documento de 1484. El sitio fue habitado ya en el 4º milenio AC. Las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en la década de 1960 condujeron al descubrimiento de cerámica y estatuillas de arcilla pertenecientes a la cultura de Gumelnița (mediados del 4º milenio a.C.). También se han descubierto los restos de una necrópolis romana y de fortificaciones medievales en la terminal portuaria de Giurgiulești. Los sitios ya tenían un valor estratégico en ese momento. La fortaleza de Giurgiulești fue construida bajo Ștefan cel Mare a finales del siglo XV. Compuesto por zanjas y una empalizada de madera, su papel era proteger un vado sobre el Prut y defender la zona contra las invasiones otomanas. En otro sitio, no muy lejos, hacia Vadul Boului al oeste en las orillas del Prut, se encontraron rastros de otra necrópolis, esta vez geo-daciana. Tiene 1,5 km de largo. Está orientado de norte a sur. Se han encontrado allí varios objetos de cerámica que datan de los siglos IV y III a.C., que proporcionan una información considerable y dan testimonio de la cultura material y espiritual de las personas que vivían en las cercanías. Al norte de la ciudad hay un antiguo túmulo funerario.

Giurgiulești también tiene un museo abierto en 1960 por un profesor de biología y dirigido por Ana Popov. Cientos de animales disecados se exhiben allí, pero el museo carece de fondos y no siempre está abierto.