CEMENTERIO JUDÍO DE CHIŞINĂU
El cementerio tiene una superficie de unos 10 kilómetros cuadrados y contiene 23.430 tumbas que dan testimonio de la historia de la comunidad judía local. En el pasado, algunas partes del cementerio no eran fácilmente accesibles y eran como un laberinto donde las tumbas más antiguas desaparecían en la vegetación silvestre. Las autoridades moldavas decidieron en diciembre de 2018 renovar el cementerio para convertirlo en un centro de conmemoración, pero la poda de árboles causó daños a algunas de las tumbas de las víctimas del pogromo de 1903 en la capital. Según los períodos históricos, los epitafios de las tumbas están escritos en diferentes idiomas o alfabetos y dan testimonio de la sucesión de imperios, estados o regímenes que dominaron Moldova durante los siglos XIX y XX. Las tumbas del siglo XIX, cuando Moldavia se llamaba Besarabia y formaba parte del imperio de los zares, llevan inscripciones funerarias en yiddish escritas en caracteres hebreos. Los epitafios correspondientes al período en que Moldavia se reunificó con Rumania (1918-1940) están escritos en lengua rumana y alfabeto latino, mientras que los correspondientes al período soviético (1944-1991) están escritos en ruso y alfabeto cirílico. Al recorrer este lugar no se puede dejar de notar la variedad de estilos de tumbas y monumentos, pero también la ausencia de tumbas correspondientes al período de la Shoah (1941-1945).