CAPPELLA DEGLI SCROVEGNI

Padua presume de una de las más extraordinarias y revolucionarias obras maestras del arte medieval. La serie completa de 36 paneles pintados por Giotto entre 1303 y 1305 (el primero y más conocido es el de Asís) ilustra la historia de María y la de Cristo hasta la redención y el juicio final. Estas pinturas fueron encargadas por Enrico Scrovegni, que procedía de una familia patricia del siglo XIV (cuyo sarcófago se encuentra en la parte trasera de la capilla). Este patricio buscó salvar de la condenación eterna el alma de su padre, un usurero cuya historia era conocida en Padua y en el resto de Italia, pues incluso Dante, en su Infierno, nos la cuenta. Aquí el pintor ha hecho innovaciones que tendrán una influencia duradera en la pintura italiana, liberándose de la tradición pictórica bizantina: enfoques de perspectiva, detalles naturalistas y recortes de escenas por paisajes. El hombre y Dios, el sentido de la naturaleza y el de la historia, el sentido de la humanidad y el de la fe se ilustran aquí con una poesía y un sentimentalismo sin igual en la historia del arte. El tratamiento del color y la luz es desconcertantemente moderno. En un espacio reducido, decide condensar el Nuevo Testamento, comenzando con la historia de Ana y Joaquín, los padres de la Virgen María, para continuar con la vida de María y la de Jesús y terminar en el reverso con el Juicio Final. No dejes de observar algunos detalles singulares durante tu visita de 15 minutos. Aquí hay algunos de ellos: Lucifer o el Monstruo del Inframundo en la parte inferior derecha en la escena del Juicio Final y las puertas del Cielo en la parte superior (izquierda y derecha) rodeadas a veces por la luna, a veces por el sol; la figura sonriente y amistosa del burro que lleva en su espalda a la Virgen María en la Huida a Egipto y a Jesús en la Llegada de Cristo a Jerusalén (¡observen también los niños encaramados en los árboles, queriendo verlo a toda costa!); los muchos y muy expresivos ángeles pintados por Giotto (entre ellos nuestro favorito, el ángel del sueño de Joaquín que desciende hacia él en medio de un sueño), pero también las poéticas y realistas estrellas de la bóveda bajo un cielo azul nocturno; el beso de Judas y la increíble mirada de un traidor, el inigualable dolor en la expresión de la Virgen y San Juan en el lamento sobre el cuerpo del Cristo muerto... Esta capilla y sus frescos forman una rara obra maestra cuya visita es imprescindible cuando se visita Padua.