300 días al año... esa es la media de sol enAgadir. Si a este atractivo hecho climático se le añade una magnífica playa de varios kilómetros en forma de media luna, en una bahía resguardada del viento, tendrá una visión bastante clara de lo que le espera en uno de los centros turísticos más importantes de Marruecos. Y un lugar ideal para planificar sus vacaciones

Un viaje fácil de planificar

Agadir está a sólo 3,5 horas de París y su clima oceánico es agradable y templado. La mayoría de los habitantes hablan francés y la ciudad cuenta con numerosos servicios. Alojarse en Agadir significa encontrar la comodidad de las grandes ciudades europeas. Tras el terremoto que devastó la ciudad en 1960, las autoridades marroquíes decidieron desarrollar una ciudad moderna y orientada al turismo. La calidad del alojamiento y la restauración está a la altura de los mejores destinos turísticos del mundo. Hoteles, riads, casas de huéspedes... las ofertas se adaptan a todos los presupuestos. En cuanto a los restaurantes, el precio de un tajine o un plato de brochette/ensalada en una pequeña gargota es muy barato

Una acogida excepcional y una cocina excepcional

Los marroquíes tienen una cultura orientada al exterior. A diario, los hombres se reúnen en la terraza de un café, las mujeres mantienen largas discusiones en la puerta de su casa, en la lechería o durante una visita al hammam Rara vez saldrá a pasear sin que le ofrezcan una taza de té a la sombra de una gárgola. Le esperan conversaciones sorprendentes sobre cultura, tradiciones, costumbres... La calidez y el sentido de la acogida son una de las especificidades de Marruecos y su mayor ventaja

Al igual que su cocina La cocina marroquí es conocida en todo el mundo y no por nada. A los que les gusten las sabrosas mezclas de especias y los platos agridulces, estarán servidos Todo comienza en el desayuno, donde se suele tener el placer de degustar tortas de trigo, harchas y panqueques, msemmens y beghrirs, acompañados de deliciosas mermeladas de dátiles y naranja. A la hora de comer, ¿por qué no optar por un suculento tagine de ternera y ciruelas, un pollo confitado al limón o una buena pastilla de pollo a la almendra? Si es viernes, opta por el cuscús. Por último, puede encontrar fácilmente sopas harira o hssoua, así como una variedad de ensaladas para la noche. Todos los hoteles, preocupados por la comodidad de sus huéspedes, ofrecen una variada cocina internacional. Y luego, la comida marroquí es una fiesta y un espectáculo. Durante las grandes comidas, se suceden innumerables platos, acompañados de perfumes y colores insólitos.

Una cultura entre Oriente y Occidente

Durante miles de años, Marruecos ha sido y sigue siendo una encrucijada de culturas. Como puerta de entrada a Europa y al Magreb, el país tiene una historia hecha de muchas mezclas: bereberes, romanos, fenicios, almorávides, meriníes, alauitas, invasiones portuguesas, españolas y francesas, etc. Todo ello ha contribuido a forjar la identidad marroquí actual. Zocos tradicionales, construcciones portuguesas, edificios diseñados por grandes arquitectos europeos, el país ofrece un rico panel de visitas que uno no se cansa de (re)descubrir. Al igual que Agadir, que tiene muchos puntos de interés, entre la playa, la medina, la antigua kasbah y el museo.

Multitud de actividades y excursiones

En cuanto a las actividades, no hay tiempo para aburrirse cuando se dejan las maletas en la perla del Atlántico marroquí. De hecho, Agadir se ha convertido en el principal centro náutico del país, y atrae a muchos aficionados al surf, a las motos acuáticas y a la vela... Pero Agadir también es el lugar ideal para relajarse simplemente: los spas de los principales hoteles ofrecen tratamientos cuyo solo nombre es suficiente para relajarse A no ser que quieras adoptar las costumbres locales yendo al hammam. Y Agadir tiene una ubicación geográfica poco común. Marrakech está a sólo unas horas en coche. Essaouira, otro lugar muy conocido en el Atlántico marroquí, expone su accidentado terreno costero a un corto trayecto en coche hacia el norte. Las montañas del Anti-Atlas te esperan... ¡y el desierto está al alcance de la mano! Como habrá comprendido, tanto si le interesa más holgazanear junto al mar, realizar actividades deportivas, hacer una escapada de bienestar, descubrir la cultura marroquí o la magnificencia de los paisajes, ¡Agadir puede hacer todo esto al mismo tiempo!

Información útil

¿Cuándo venir? Las diferencias de temperatura pueden ser muy grandes. El otoño y la primavera son estaciones ideales para descubrir la ciudad. En primavera, el calor aún no es demasiado sofocante y la naturaleza está en su máximo esplendor.

El verano suele ser caluroso, pero es ideal para las actividades de playa. En otoño, los días son más cortos pero el sol sigue siendo cálido y ofrece un espectáculo deslumbrante.

Cómo llegar. El vuelo de París a Agadir dura unas 3 horas y 20 minutos.

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