ECOLODGE PAPAMENA
A setenta kilómetros de Mahajanga (dos horas y media de coche), Ecolodge Papamena, un pequeño remanso de paz, es la última apuesta de Adventure & Discovery Madagascar. Los bungalós están construidos sobre el suelo o sobre pilotes, lo que permite respetar la vegetación circundante: palisandros, tamarindos, palmeras asiáticas, adabou (árbol de pequeños frutos que atraen a las palomas verdes), buganvillas, naranjos, limoneros, kunkun, sakoua y, sobre todo, lémures y pájaros (cincuenta especies registradas por el hotel) que se han apropiado del lugar (le resultará fácil entender por qué). Es imposible aburrirse aquí, Franck lo tiene todo bien organizado: petanca, tiro al arco o con aire comprimido, cerbatana local, cross golf, trampolín, tenis de mesa, billar, dardos, juegos de mesa, circuito de coches teledirigidos, bicicletas de montaña, observación de fauna y flora, descenso (y ascenso) de ríos, buggies, paseos en carretas tiradas por cebúes y, próximamente, en paramotor. Y, sobre todo, destaca la magnífica piscina natural con pequeñas cascadas en la que se puede dar masajes naturales, así como unos pequeños tsingy desde donde verá por la tarde, desde lo alto, una gran puesta de sol. El complejo se constituye también como una buena base a partir de la cual explorar la región: la cueva de Anjohibe, la cascada de Mahafal, los lagos y pueblos circundantes, la cueva de Papamena (a veinte minutos a pie) o la reserva de Ankatsabe. El establecimiento forma parte de la vida del pueblo y los habitantes pueden entrar con total normalidad a tejer rafia o a hacer mascarillas de belleza tradicionales. Finalmente, hay que destacar que el Papamena está a solo hora y media de las hermosas playas de arena blanca de Marasakoa, un verdadero regalo.