PARROQUIA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Dominando la plaza central, la Parroquia de San Miguel Arcángel, comúnmente conocida como "La Parroquia", es un símbolo histórico y arquitectónico de la ciudad y, de hecho, de todo México. Su historia se remonta a 1555, cuando se fundó la Villa de San Miguel el Grande (actual Allende). Diseñada inicialmente en forma de cruz latina, con una nave principal, una cripta y dos capillas laterales, soportó un terremoto antes de ser reparada y terminada en 1709. A finales ^del siglo XVII, el arquitecto Marco Antonio Sobrarías construyó un nuevo edificio barroco. Su estilo neogótico perduró hasta finales del siglo ^XIX, cuando el cantero don Zeferino Gutiérrez Murioz, célebre por su destacada labor arquitectónica, construyó una nueva fachada entre 1880 y 1990, a petición de un obispo. Inspirado en viejas imágenes de postal de la catedral de Colonia, en Alemania, utilizó la cantera rosa extraída del volcán extinto de Palo Huérfano, situado cerca de la ciudad, para dar al edificio su color distintivo. Como parte del proyecto, las torres construidas entre los siglos ^XVII y ^XVIII fueron desmanteladas y sustituidas por las estructuras que se conservan en la actualidad. En consecuencia, se modificaron el portal, las alcobas, las ventanas del coro, el atrio, la torre del reloj y los altares del interior del edificio.

En la actualidad, el exterior presenta una fachada neogótica, mientras que la estructura subyacente es más barroca mexicana. A la derecha de la parroquia, una estatua rinde homenaje a Fray Juan de San Miguel, fundador de la ciudad, que recibió su nombre en honor de San Miguel Arcángel. En el interior, descubrirá una rica colección de obras artísticas. El retablo mayor, adornado con motivos neoclásicos, brilla por su revestimiento de pan de oro, en cuyo centro se alza una estatua de San Miguel Arcángel. El elegante altar está tallado en mármol rojo importado de Italia. Una capilla adyacente alberga el Cristo de la Conquista, una escultura ^{del siglo XVI} procedente de Pátzcuaro. Las paredes de la parroquia están adornadas con pinturas de los siglos ^XVII y ^XVIII, entre ellas algunas del ilustre Juan Rodríguez Juárez. En la entrada, una placa conmemorativa rinde homenaje a Miguel Hidalgo y Costilla, figura destacada del movimiento independentista, y a su hermano José Joaquín, quien ofició varias misas en este lugar.