PLACE SAINT-AUGUSTE

Uno de los restaurantes muy agradables, un poco alejado de la ciudad (cartel indicador a la derecha, justo antes de la iglesia apostólica), que vale más por su entorno que por su cocina. Pero también aquí hay que saber ser paciente. Situado a orillas del río, en un amplio jardín florido, este conjunto de sombrillas de paja en las que se han instalado algunas mesas y sillas domina el curso de la Mpoko. A la sombra de los árboles "lloradores" que se reflejan en el agua, es un lugar encantador, fresco y tranquilo. Los platos, copiosos, son relativamente caros. Un rincón muy rústico, ideal para los almuerzos dominicales o para una pequeña parada en la carretera de Mbayki.