Qué ver y hacer Bandipur

Situado al norte del bazar, el templo hindú de Bindebasini exhibe con orgullo su decoración de gran carga. Sus fachadas están cubiertas de esculturas y el color es omnipresente. Un edificio de dos pisos que es testigo de la arquitectura Newar y la habilidad de sus artesanos, este gran templo está dedicado a la diosa Durga, mostrada aquí en su forma destructiva. El día de Año Nuevo, en abril, un carro a su imagen es arrastrado por la ciudad.

En este templo, el altar no contiene un ídolo, sino un khadga, una espada sagrada, ofrecida a Mukunda Sen, el rey de Palpa, por Shiva. Se dice que este regalo fue intercambiado por el rey por comida cuando se convirtió en un asceta y renunció a su vida pasada. Envuelto en capas de tela desde entonces, el khadga ha sido venerado como un símbolo del poder femenino. La leyenda dice que cualquiera que mire la espada desnuda está condenado a una muerte instantánea.

Al final del Bazar Principal, el corazón de la aldea, gire a la izquierda y camine de 10 a 15 minutos para llegar a este antiguo recinto ferial, que data de la época de los grandes comerciantes. Los mercaderes solían reunirse allí antes de salir para la India o el Tíbet. Bordeado por cinco higueras gigantescas que sirven de perchas para los niños, el campo ofrece un panorama excepcional. Hoy en día es un lugar de encuentro, a veces para picnics. En un momento en que el sol está menguando, cuando el cielo está teñido de rosa y malva, la gran cordillera del Himalaya ofrece su más bello espectáculo.