Qué ver y hacer Ballintoy

Esta hermosa y bucólica bahía, perfectamente curvada, se despliega lánguidamente a las afueras del pueblo de Ballintoy. El mar azul lame la inmensa playa de arena blanca que a su vez está bordeada por un gigantesco mosaico de hierba verde y matorrales... El terreno, que se extiende a lo largo de 2,5 kilómetros, es visible desde la carretera principal. Es una de las maravillas de esta región, tanto por sus características geológicas como botánicas y arqueológicas. Como puede ver, la bahía de Whitepark es un paseo encantador.

El puente de Carrick-a-Rede es uno de los puntos de referencia de Irlanda del Norte y una excelente manera de ver la hermosa costa de la región. Con una longitud de 20 metros y una altura de 30 metros sobre el mar, este puente de tablones y cuerdas trenzadas une la costa con un pequeño islote donde los amantes de las aves pueden maravillarse con la belleza de la zona. El puente fue construido por los pescadores de salmón en 1755, que tendían sus redes aquí cuando el salmón emigraba al oeste hacia sus ríos natales.

La caminata desde la entrada al sitio hasta el puente de cuerda es de aproximadamente 1 km. El camino no es demasiado difícil y hay algunos bancos, lo que lo convierte en una atracción accesible. Sin embargo, tendrás que subir escaleras en varias ocasiones, así que evita el cochecito si es posible. La vista es quizás una de las más bellas y raras de Irlanda del Norte. Los acantilados caen en picado hacia el mar, que aquí y allá da paso a una diminuta playa de arena clara de pocos metros cuadrados. El agua es de una claridad que recuerda a los trópicos más lejanos y no deja de sorprender. Si el tiempo es bueno, también hay una hermosa vista de la isla de Rathlin y de la costa escocesa. Atención, el sitio es víctima de su propio éxito y es posible que se haya agotado para cuando llegue al sitio. Así que recuerde obtener sus entradas en línea con antelación.