Los mejores alojamientos Santana

Frente al islote de Santana, el hotel cuenta con 31 bungalós de gran altura, repartidos en un inmenso terreno que parece un bosque ecuatorial, con una magnífica vista al mar para los numerados del uno al catorce. Toda la jet-set pasa necesariamente por este pequeño rincón cuidado, lo que no impide que el personal, acogedor, amable y muy servicial, le dé la bienvenida como debe ser. Se habla portugués, inglés y francés. 

El restaurante goza desde hace mucho tiempo de una buena reputación. Su cocina de calidad se sirve en un salón con vista panorámica. Durante el día, puede matar el gusanillo con un bocadillo y los pies en la arena. No se pierda la noche del sábado en el Club Santana: es la noche de rodizio (una sucesión de carnes cocinadas sobre un fuego de leña como en Brasil) organizada por la estrella local santotomense Kalu Mendes.

Todas las mañanas se ofrecen diferentes actividades: clases de estiramiento con bambú frente al mar (de 7 a 8 de la mañana), una caminata deportiva de 1,5 horas hasta una playa de arena volcánica negra y de regreso por la orilla, aquagym en la piscina de agua de mar (a partir de las 10.30 h de la mañana). La casa ofrece a sus huéspedes excursiones (una visita al islote y una excursión a Monte Café incluida en el precio de la estancia), paseos en barco para avistamiento de ballenas (en temporada), buceo, remo, kayak. También cuenta con un hamam (abierto solo a los huéspedes del hotel) y un salón de masajes con vistas al mar.

El establecimiento no es un hotel de lujo en el sentido estricto del término, es un gran hotel: el matiz es significativo. ¡Nosotros lo recomendamos!

Ubicado en el corazón de una plantación de setenta hectáreas aún en funcionamiento, el ecolodge le invita a relajarse y descansar alrededor de una hermosa piscina. Las veinte habitaciones están distribuidas entre dos edificios coloniales completamente renovados, en un bonito jardín con árboles frutales y plantas aromáticas. La casa principal, habitada originalmente por el patrón portugués de la plantación, ofrece una agradable sala de estar equipada con un televisor de pantalla plana y una cafetera, para un momento de relax o para cenar. En el primer piso se encuentran cinco confortables habitaciones, aunque ligeramente pequeñas. Recomendamos las que tienen vistas a la piscina del edificio de enfrente, las que ocupaban los trabajadores en aquel momento. Tienen un mirador con habitaciones más luminosas y hermosas terrazas de madera. Hay otras habitaciones situadas detrás del edificio, pero con una vista menos atractiva que las anteriores. Los niños disfrutarán de la granja detrás del jardín, que alberga cerdos, patos y cabras, y los más grandes, de la parrilla para las noches de barbacoa. Pequeña tienda de artesanía. Posibilidad de visitar la plantación con la recepcionista (se espera donativo). ¡Uno de nuestros favoritos!

Situada a 7 km de la capital, esta agradable casa de huéspedes cuenta con doce confortables habitaciones y cuatro espaciosos apartamentos, dos de los cuales ofrecen una hermosa vista de la isla de Santana. Estos últimos, todos de madera, disponen de dos habitaciones cómodas pero pequeñas, así como de una cocina no equipada y de un salón que da a un balcón. En la parte de atrás, se puede refrescar en una pequeña piscina, que domina con elegancia el lugar. Lugar tranquilo y acogedor.

Al borde de una magnífica playa de arena negra donde las tortugas vienen a desovar entre septiembre y abril, este ecolodge promete unas vacaciones 100% naturales, rodeado de palmeras. Los bungalows de madera, incluido uno sobre pilotes frente al mar, revelan interiores elegantes donde cada detalle es importante. Rui, el propietario portugués, es un agradable anfitrión que no duda en meterse en la cocina para preparar a sus huéspedes sabrosos platos locales, portugueses e incluso brasileños. Cocina exterior de leña. Chiringuito con los pies en la arena. Magnífico amanecer.