CUEVAS DE PAHON Y MALEBO
Cuevas que contienen una hermosa sala con galerías que salen de ella, una zona escarpada con un pequeño arroyo que serpentea a través de ella
El paseo por el bosque con sus delicados olores es muy agradable. Alrededor de las cuevas se requiere un poco más de esfuerzo. Enormes ceibas marcan el camino que el guía debe abrir a menudo con un machete.
Después de una hora de caminata a buen ritmo, se ve la primera cueva, abierta en el hueco de una roca cubierta de musgo y helechos. La bajada es difícil ya que está en un plano de fuerte pendiente y el terreno es resbaladizo. Sin embargo, la recompensa está al final: una hermosa sala de la que salen las galerías, un espacio escarpado en el hueco por el que serpentea un pequeño arroyo. El ascenso es mucho más fácil.
Después de una progresión de unos 45 minutos, la segunda cueva es bastante difícil de encontrar entre una vegetación aún más densa. Esta cueva es muy diferente a la anterior: vasta y más clara, permite atravesar el relieve y salir por el otro lado del cerro. Esta cavidad tiene galerías decoradas con numerosas concreciones, incluyendo un hermoso colgante plisado de estalactitas organizado de forma parecida a los tubos de un órgano.
Para visitar estas cuevas se recomienda pedirle a un guía que le acompañe hasta el lugar.