RESERVA NATURAL ABSOLUTA CABO BLANCO
La Reserva de Cabo Blanco ofrece circuitos cortos, bucles para observar parte de la flora y los animales del parque.
A finales de la década de 1960, la reserva de Cabo Blanco fue la primera del programa de desarrollo de parques nacionales de Costa Rica. Un biólogo sueco, consciente del problema de la deforestación, impulsó la creación de esta reserva "absoluta", a la que sólo pueden acceder los científicos en su mayor parte. Por lo tanto, es imposible acampar allí. El nombre de esta punta de la península proviene del depósito blanquecino de guano que hay en las rocas de la pequeña isla que hay frente a la reserva. De hecho, muchas aves frecuentan la zona. Última entrada a las 11 horas para el sendero de Playa Cabo Blanco. Se necesitan 4 o 5 horas para recorrer este sendero de ida y vuelta. La caminata a través del bosque hasta la playa es intensa (¡recuerda llevar agua!) pero llegamos a un hermoso tramo de arena desierta, con una hamaca que nos estira los brazos y pelícanos como compañía. Para los menos resistentes, hay otros dos circuitos más cortos. Dos bucles (uno de hora y media y otro de 30 minutos) para observar parte de la flora del parque y esperar admirar algunos animales de paso, ya que la reserva alberga una gran variedad de especies, como capuchinos, monos aulladores y osos hormigueros, entre otros. Incluso nos dijeron que era posible ver boas constrictoras... Probablemente uno de los parques más auténticos de Costa Rica, aunque el resultado no siempre esté a la altura de las expectativas del visitante.