PARQUE NACIONAL VOLCÁN IRAZÚ

La subida a los cráteres lunares merece la pena cuando el tiempo es bueno y le proporcionará unas vistas magníficas del Valle Central. El cráter más famoso se había vaciado de agua en los últimos años, pero ahora la pequeña laguna se ha reformado para nuestro deleite. La naturaleza es inquieta: durante un desprendimiento de tierras en 2019, rocas de varias toneladas cayeron en la laguna, alterando el color del agua y provocando un pequeño tsunami en las tranquilas aguas del cráter. El volcán Irazú, el más alto de Costa Rica, ofrece una inmersión natural en un universo completamente diferente: la vegetación es escasa en este volcán aún activo, los paisajes son casi irreales. Desde el aparcamiento, en la cima del volcán, un sendero recorre el primer cráter y conduce a los más pequeños. El paseo se acaba rápidamente y seguimos pensando que el precio de este parque es excesivo. Con buen tiempo, es posible ver los dos océanos, pero a menos que se vaya al amanecer, entre enero y abril, la oportunidad es rara. Lleve ropa para protegerse de la ceniza, de la lluvia (2.158 mm de precipitaciones al año) y de la sensación de frío al bajar del coche (temperatura media: 7,30 °C). A una altura de casi 3.500 m, el viento es bastante fuerte. Desde la carretera de la izquierda, al bajar del volcán, se puede admirar el volcán Turrialba, siempre que el cielo esté lo suficientemente despejado