FUNDACIÓN BARNES
Fundación para el acceso del hombre común al arte, creada por el Dr. Barnes y que expone muchos cuadros bien arreglados
La Fundación Barnes es una de las iniciativas artísticas más interesantes en los Estados Unidos. El Dr. Barnes, procedente de un medio obrero, ha sido originariamente. Después de haber hecho fortuna en la industria farmacéutica, dedica su dinero a su pasión por el arte y creó en 1922 esta fundación, dedicada a la "promoción del progreso de la educación y de la apreciación de las Bellas Artes". Los aproximadamente 9.000 cuadros, principalmente impresionistas, se reúnen con el fin de permitir al "hombre del pueblo" acceder al arte.
Hoy es la mayor colección del mundo de Renoir (181 cuadros) y Cézanne (69). Visitar las 23 salas de la Fundación Barnes es absolutamente ineludible, tanto para los amantes del arte como para las iconoclastas. Es la colección privada más importante de arte impresionista y posimpresionista. La colección, instalada en 1925 en la casa de Merion, se desplazó en 2012 en este magnífico edificio sobre Benjamin Franklin Parkway. La configuración de los cuadros siguió siendo idéntica, según los deseos de Barnes, que, en gran alegría de los especialistas, había dispuesto las obras según su visión muy personal del arte, sin respetar la cronología o las distintas corrientes artísticas. La luz del edificio es magnífica.
A ver entre las pinturas estivales de William James Glackens, la intrigante Madame Lemaistre de Jean-Baptiste Corot domina los grandes bañistas de Paul Cézanne. Una pared entera acoge El Danza de Henri Matisse que lleva a los modelos de Georges Seurat. Los paisajes provenzales de Cézanne iluminan descaradamente la Visión de Saint Hyacinthe du Greco, mientras que sus jugadores de mapas visten la sala I. Mientras que El Berger dormido de Titien codea varias obras religiosas. Renoir, Goya, Van Gogh, Gauguin y Toulouse-Lautrec se burlan de la cronología, deslumbrando al visitante de mil colores. Las bailarinas de Edgar Degas destacan el extremo de sus zapatillas. Sublime y tranquilidad, la Jovencita con vestido azul de Jules Pascin extiende su serenidad en la galería XII. ¿Y cómo no hablar de las obras de Klee, Picasso y Modigliani? Un torbellino sin fin, donde el arte no sufre los convenios. Apasionante e indispensable.
En la planta baja, una gran sala acoge fiestas cada primer viernes del mes (de a h). Orquesta, jazz, world music e incluso DJ de vez en cuando, no olvides informarte en tu visita. La apertura de una nueva ala, el Garden Pavilion, está prevista para el verano de 2017. Servirá esencialmente de espacio educativo y alberga el Garden Restaurant, cerrado durante los trabajos de ampliación.