Qué ver y hacer Ayr

Una villa palladiana de la década de 1750, Dumfries House fue construida por los famosos John y Robert Adam, con interiores decorados por Thomas Chippendale. Algunas habitaciones han sido estimadas en 4 millones de libras! Originalmente encargado por William Dalrymple, Conde de Dumfries, pasó a manos de los Marqueses de Bute en 1814. Cuando el 7º Marqués decidió vender la casa en 2007, su destino y el de sus notables muebles era más que incierto. El propio Príncipe Carlos, Duque de Rothesay, se movilizó para su preservación y su apertura al público. Algunas de sus acuarelas se pueden ver en uno de los salones. Desde 2008, se han organizado cuatro visitas diferentes (todas en inglés) a este edificio simbólico de la Ilustración escocesa, que también incluye 200 hectáreas del parque original, con paseos y un jardín cerrado.

Favorito especial: La cafetería de la Casa Dumfries es un lugar de paso obligado, ya que se sirve en los antiguos establos, con mesas en los establos donde solían estar los caballos. Sus nombres aún pueden ser leídos.

Lado del parque: Puedes pasar un día entero aquí, entre la casa y el enorme parque. Las familias disfrutarán del parque de aventuras para niños y de la granja educativa. Los amantes de los jardines se pasearán por el jardín de inspiración china (con su puente), el arboreto, los jardines de Rothesay y el Jardín Amurallado de la Reina Isabel.

Alojamiento en Dumfries House: 22 magníficas habitaciones de huéspedes disponibles por noche, (B&B desde £170/noche).

El Castillo de Culzean es una pequeña maravilla arquitectónica que se yergue orgullosa en los acantilados con vistas al estuario de Clyde. Un bastión de la familia Kennedy desde el siglo XIV, fue completamente remodelado entre 1770 y 1792 por el deslumbrante Robert Adam. La transformación debía reflejar la riqueza de su propietario, que no escatimaba en los medios involucrados. Desafortunadamente, ni él ni el arquitecto sobrevivieron para ver la obra terminada. Sin embargo, el lugar del edificio en el patrimonio escocés es tal que se encuentra incluso en unos billetes de 5 libras. Uno pasa fácilmente el día caminando por sus habitaciones y su parque de 260 hectáreas, que incluye un invernadero, un jardín cerrado, invernaderos, un lago, un parque con ciervos, acantilados, playas e incluso una cueva. El General y Presidente Americano Eisenhower se quedó aquí varias veces y se le ofrecieron apartamentos de por vida, por su papel decisivo en la Segunda Guerra Mundial. Durante su visita, no se pierda la espléndida escalera ovalada, la armería con su colección de pistolas y espadas militares y el Salón Redondo.

Con los niños : Hay dos áreas de juego para que los niños disfruten: Adventure Cove y Wild Woodland. Cabañas, toboganes, laberintos, escalada, aventura en los árboles: ¡Querrán más!

Sólo el parque: También es posible, dependiendo del tiempo que tenga, visitar sólo el parque de la finca. Entonces se beneficiará de una tarifa reducida (3 libras esterlinas/adulto)

Considerado un pionero del Romanticismo, Robert Burns fue durante mucho tiempo un campesino y jardinero. Se basó en esta conexión con la naturaleza y su tierra para escribir obras tan famosas como It's Only Goodbye o Tam O'Shanter. El vasto museo reúne unos 5.000 objetos relacionados con él: manuscritos, retratos y efectos personales. También puede visitar la casa de campo donde nació el 25 de enero de 1759, y donde pasó siete años de su infancia.

En ruinas desde hace más de 300 años, este castillo es sin embargo particularmente imponente e impresionante, con vistas al mar. Fue una vez más importante que el Castillo de Culzean, su famoso vecino. Sus orígenes se remontan al año 1200. La familia Kennedy prosperó aquí. Se dice que María Reina de los Escoceses se quedó allí durante tres días desde el 4 de agosto de 1563, como invitada de Gilbert Kennedy. El castillo fue escenario de batallas y objeto de muchos conflictos. Se convirtió en una ruina alrededor de 1700 y se usó como cantera antes de convertirse en un sitio romántico.