CATEDRAL DE SAN SALVADOR
Catedral con un flamante campanario gótico y una primitiva capilla con preciosas reliquias
Es difícil no sucumbir a su encanto. El campanario (gótico flamígero del siglo XV) es una verdadera obra de orfebrería. Y, cosa extraña, el conjunto no es muy grande. En el interior, la nave central conduce directamente al retablo mayor, obra maestra del barroco tardío. A través del transepto se accede al claustro gótico y, sobre todo, a la Cámara Santa, la primitiva capilla construida en el siglo IX por orden de los primeros reyes asturianos. Aquí se conservan preciosas reliquias de los inicios de la Reconquista, de cuando Oviedo era la capital del reino (siglo IX). Destacan especialmente la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria, con incrustaciones de camafeos romanos, esmaltes y oro, los dos mayores símbolos de la resistencia (y la identidad) asturiana. Eche también un vistazo al díptico de marfil, esculpido con gran refinamiento, y al Cristo de Nicodemo (siglo XII).