Parte Vieja
La Parte Vieja es el corazón histórico de San Sebastián. Aquí es donde la ciudad fue fundada en 1180 por el Rey de Navarra, Sancho el Sabio, quien codiciaba su acceso al Mar Cantábrico para el transporte marítimo. Situada al pie del monte Urgull, la Parte Vieja permaneció fortificada hasta 1863, año en que se destruyeron sus murallas, de las que quedan algunos restos en la zona del puerto. Aunque el casco antiguo conserva su trazado medieval, fue reconstruido en gran parte a principios del siglo XIX, tras el gran incendio de 1813. Un lugar encantador, atravesado por numerosas calles peatonales bordeadas de viejas casas con balcones florecidos y numerosos bares de tapas, es el distrito más frecuentado. Es aquí donde se concentran los tres principales monumentos de la ciudad: la basílica de Santa María del Coro, la iglesia de San Vicente y el museo de San Telmo, alojado en un antiguo convento dominico del siglo XVI.
Centro y Gros
El Centro, también conocido como el Barrio Romántico, es el corazón comercial de San Sebastián. Fue construida a partir de 1863, cuando las paredes de la Parte Vieja fueron destruidas. El arquitecto municipal Antonio Cortázar diseñó grandes avenidas que permitieron a la ciudad ampliar su superficie, bordeadas de elegantes edificios de estilo ecléctico, acorde con el gusto de la época.
La Concha tiene un hermoso paseo decorado con una barandilla de hierro forjado y elegantes farolas, cuya forma inspiró el trofeo del Festival de Cine de San Sebastián. El elegante puente de María Cristina (1905), decorado con cuatro obeliscos monumentales, conduce a la orilla derecha del río Urumea.
Aquí es donde comienza el Gros, un barrio de elegantes edificios burgueses, donde la única construcción contemporánea se destaca en el paisaje. El Kursaal, por supuesto, es el centro de congresos y la sede del festival de cine, cuya arquitectura de Rafael Moneo es objeto de mucha controversia. La playa de la Zurriola se extiende justo al pie del monte Ulía, un lugar favorito de los surfistas de San Sebastián y un lugar de baño preferido por la juventud local. La atmósfera aquí es muy diferente a la del Barrio Romántico. Entre tiendas de surf, pequeños diseñadores y restaurantes de moda, el Gros es un rincón hipster con un aire residencial.