ST. LA CATEDRAL DE DAVID

La primera vista de la catedral es impresionante. Está rodeada por un gran parque cubierto de estelas funerarias, y su estructura cruciforme es inmediatamente visible, en cuya intersección se eleva la gran torre cuadrada, con su reloj y sus pináculos.

Durante más de un siglo, este sitio fue un lugar central de peregrinación y el majestuoso conjunto todavía ejerce su aura... Sin embargo, todo comienza con la mística soledad de San David, que llevó aquí una vida retirada del mundo, totalmente dedicada al Espíritu... El hombre santo, que comía pan y hierbas y sumergía su cuerpo en agua helada para adormecer su ardor, ¡influyó en la Iglesia irlandesa con su ascetismo! Fue durante el reinado de Enrique I que el lugar tomó un giro más administrativo y oficial, cuando se decidió que San David estaría en el centro de la diócesis. Es posible que la ubicación también fuera elegida por razones de estrategia política, dada su proximidad a Irlanda. La construcción de la catedral comenzó en 1131, y fue también a partir de esta época que se convirtió en un importante centro religioso en Europa. En el siglo XIV, durante el reinado del obispo Enrique de Gower, la arquitectura tomó la apariencia que tiene hoy en día. Hasta su muerte en 1347, supervisó las principales obras de la catedral, que imaginó como su futura tumba, y también construyó el muro que la separaba de las casas del pueblo. La actual entrada oficial al sitio es el único original de las cuatro puertas del recinto.