SHINSHIRO
Con casi el 83% de su territorio cubierto de exuberantes bosques y arrozales en cada esquina, la ciudad es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Los lugareños recomendarán la cascada de Atera, de 62 metros de altura, que es tan tranquila que sorprende a sus visitantes en la curva de un sendero. Su fuerza tranquila y su ritmo regular crean una atmósfera serena que invita a la calma y a la meditación. Los amantes del senderismo apreciarán los numerosos senderos que se entrecruzan por toda la ciudad, la mayoría de ellos bajo un techo de follaje, verde o resplandeciente según la época del año, lo que hace olvidar la frenética emoción de las grandes ciudades. Los más aventureros disfrutarán escalando los senderos en las alturas de la montaña Chiiwa, que recompensa a sus visitantes con una enorme cueva natural, enclavada en su cima, en la que pueden sentarse y disfrutar de una vista impresionante de los bosques circundantes.