Guía de viaje Kakunodate

Si tiene la oportunidad de ir a Morioka, vale la pena visitar esta pequeña ciudad. Estará a sólo una hora de los pocos barrios antiguos de samuráis que se conservan y de los hermosos huertos de cerezos que esperan la floración de la primavera. Queda una buena media docena de casas de samuráis. Algunos de estos samuráis han elaborado a lo largo de los siglos, con la ayuda de artesanos, la fabricación de diversos objetos de corteza de cerezo (kabazaiku). La ciudad también es conocida por sus paseos bordeados de magníficos cerezos que fueron plantados por los señores de la ciudad, los Ashina. Los Ashina eran originarios de Kansai. Ciento cincuenta y cinco cerezos se alzan a lo largo del paseo marítimo, mientras que varios miles más bordean el río. Al este de la ciudad, también se puede caminar para disfrutar del desfiladero de Dakigaeri. La ciudad se puede visitar en 2-3 horas. También se pueden alquilar bicicletas.