Qué ver y hacer Manduria

El parque arqueológico de las murallas mesapias permite descubrir los vestigios de la antigua ciudad de Manduria, importante centro mesapio. Incluye parte de las antiguas fortificaciones, una necrópolis, una fuente mítica, según narró Plinio el Viejo, y un precioso ejemplar de cripta hipogea.

Las murallas mesapias. La ciudad mesapia estaba protegida por un triple cinturón de murallas megalíticas que datan de los siglos V a III a.C. Están rodeadas por un foso de cinco metros, y permitieron que Manduria resistiera los asaltos de Tarento. El rey espartano Arquidamo III, que vino a apoyar a sus aliados tarentinos, murió bajo estos muros.

La necrópolis. Cuenta con 1284 tumbas que datan de los siglos VI al II a.C. Las tumbas de fosa, excavadas en la roca, estaban cubiertas con una losa de piedra.

Fuente Pliniana. El emblema de Manduria, un manantial de agua dulce situado en una cavidad subterránea, se halla cerca del monasterio de Sant'Antonio. En el fondo del pozo se encuentra un lago cuyo nivel de agua apenas varía, independientemente de la estación del año. El manantial recibió el nombre de Cayo Plinio Segundo, conocido como Plinio el Viejo, quien lo describió en su obra Historia Natural (Editorial Gredos, 2001).

Iglesia San Pietro Mandurino. La pequeña iglesia del siglo XIII marca el emplazamiento de una cripta hipogea, probablemente construida en lo que fue una tumba de cámara helenística-romana. Se accede a ella por una escalera excavada en la roca. Contiene frescos fragmentarios.