LEGACIÓN DE ITALIA
Si es un amante del arte y la historia, no puede perderse el edificio de la «lega di Cettigne», construido en 1905. Esta magnífica residencia diplomática de estilo neoclásico es uno de los centros de la vida diplomática italiana en los Balcanes.
Hoy en día, la legación italiana ha sido restaurada y transformada en museo para permitir a los visitantes descubrir su rico patrimonio cultural. El edificio alberga una colección de objetos de arte y mobiliario que atestiguan la historia de Italia y sus relaciones con Montenegro. Al visitarla, uno queda inmediatamente impresionado por la belleza y el refinamiento de su arquitectura. Los visitantes pueden admirar las grandes columnas de mármol y los balcones decorados con motivos de hierro forjado.
Las salas están decoradas con muebles antiguos, tapices, cuadros y esculturas que reflejan el arte y el gusto de la época. Los visitantes también podrán descubrir objetos de la vida cotidiana, como porcelana de Sèvres, juegos de té de plata y lámparas de cristal de Murano. Como todas las representaciones diplomáticas, la embajada está rodeada de un magnífico jardín donde se jugaba al tenis e incluso al golf. Esta embajada era de gran importancia en vista de las ambiciones coloniales italianas. El objetivo de los italianos era trazar una línea desde Milán hasta Mogadiscio. Los Balcanes debían formar las orillas de un «lago italiano», respaldado por el mar Adriático. En otras palabras, un «lago trampolín» hacia Tripolitania.