El centro histórico

El Centro Histórico está formado por tres barrios situados dentro de las murallas de la ciudad: San Pedro, San Diego y Getsemaní.

Losdos primeros, San Pedro y San Diego, son los primeros que nos vienen a la mente, ya que se parecen mucho y son el mismo barrio. Es el lugar preferido de la alta burguesía local, donde se puede disfrutar paseando por sus sombreadas plazas y sinuosas calles bordeadas de palacios y casas señoriales con elaborados balcones y torres de vigilancia finamente talladas. El casco antiguo alberga multitud de hoteles y boutiques de lujo que renuevan constantemente su eterna elegancia.

Al otro lado de la Torre del Reloj, se encuentra el barrio de Getsemaní. Antiguo barrio de esclavos en la época colonial, hasta hace pocos años no era muy conocido. Lo único que se podía encontrar allí eran posadas de mala muerte y burdeles. Pero Getsemaní se ha transformado bajo la presión del turismo y el desarrollo inmobiliario. Se ha convertido en un barrio de moda. Han surgido hoteles boutique junto ahostales de moda y festivos. Aquí es donde hay más ambiente por la noche. La arquitectura es modesta en comparación con San Pedro y San Diego, pero el barrio sigue siendo auténtico, y sus habitantes siguen sacando sus mecedoras o improvisando un partido de fútbol en plena calle.

Fuera del centro

Al sur del casco antiguo se extiende en forma de Lla península de Boc agrande, donde se encuentran los barrios de Bocagrande, El Laguito y Castillogrande. El paseo marítimo alberga grandes edificios residenciales al estilo de la Costa Brava española. Aquí se concentran los grandes hoteles con piscinas y restaurantes buffet, muy populares entre los turistas sudamericanos que vienen con sus familias. Las habitaciones suelen tener vistas al mar Caribe o a la bahía de Cartagena. El hotel está a 5-10 minutos del centro histórico en taxi o autobús.

Frente a Bocagrande, al sur de Getsemaní, está la isla de Manga, unida al continente por puentes. Su terminal marítima recuerda que la ciudad no sólo es un importante puerto comercial, sino que también acoge numerosos cruceros. La isla cuenta con una variada arquitectura de principios del siglo XX. Merece la pena dar un paseo en bicicleta por sus zonas residenciales para ver la mezcla de estilos, incluida la influencia islámica de los inmigrantes de Oriente Próximo.

El turismo también se extiende hacia el norte, sobre todo hacia La Boquilla. Este tradicional barrio de pescadores está a unos veinte minutos del centro histórico, al norte del aeropuerto, entre el mar Caribe y las marismas de la Ciénaga de la Virgen. Los cartageneros vienen aquí a comer pescado a la parrilla, y las playas son más grandes y bonitas que en Bocagrande, además de más populares. Los inversores se interesan cada vez más por esta zona, y empiezan a surgir grandes cadenas hoteleras y elegantes edificios residenciales.