Qué ver y hacer Kuopio

El lugar es famoso incluso para los finlandeses que nunca han estado en Kuopio La torre de 75 metros de altura alberga un restaurante panorámico giratorio, un lugar ideal para comer Pero, sobre todo, ofrece una magnífica vista de la región con su lago Kallavesi y sus bosques hasta donde alcanza la vista. La luz irreal del atardecer en verano es hipnotizante, ¡puedes quedarte mucho tiempo contemplando el paisaje! Vea también los impresionantes saltos de esquí desde los que despegan los finlandeses voladores. Comience a caminar por el bosque de abetos que lo rodea.

La catedral luterana neoclásica -Tuomiokirkko-, construida entre 1806 y 1815 en piedra de granito vista, es la sede de la diócesis de Kuopio. Se encuentra en un hermoso parque y domina toda la zona. Un poco más allá, también se puede admirar una segunda catedral ortodoxa, dedicada a San Nicolás, con su hermosa fachada de ladrillo rojo y su tejado verde, que se integra perfectamente en el jardín cercano.

Situado al sur de la Plaza del Mercado, el museo al aire libre se centra en la vida cotidiana de los habitantes de Kuopio entre el siglo XIX y la década de 1930. Para ello, se ha conservado un grupo de 11 casas de madera tradicionales, la más antigua de las cuales data de finales del siglo XVIII. Los interiores de las casas muestran el estilo de vida de los finlandeses entre los años 1800 y 1930. Vea también el Museo de la Farmacia y fotos de la ciudad a principios del siglo XX.

Inaugurado en 1957, este magnífico museo, único en Europa, es testigo de la influencia del cristianismo ortodoxo en Carelia y, más ampliamente, en Finlandia. La magnífica colección de iconos, verdaderas joyas de plata y orfebrería, a veces engastadas con perlas y piedras preciosas, procede en gran parte de los monasterios de Valamo y Konevitsa, situados en el lago Ladoga, y de Petsamo, cerca del gélido océano Ártico. La anexión de estos territorios por la URSS en 1944 provocó el exilio de cientos de miles de personas. Los monjes salvaron lo que pudieron de los tesoros ortodoxos. En dos plantas, también se pueden admirar hermosos objetos religiosos y ornamentos litúrgicos. Véase en particular el icono de la Virgen de Smolensk (1840) y el salterio de plata (1762, San Petersburgo). Obsérvese también la espléndida vestimenta sacerdotal recubierta de oro y las magníficas mitras. Obsérvese también la funda bordada ofrecida en 1551 por dos guardaespaldas de Iván el Terrible, un iconostasio en miniatura de Konevitsa (más de 200 figuras pintadas con gran detalle). También sorprenden las pesadas cadenas de metal que algunos monjes y ermitaños de Valamo llevaban en secreto bajo sus ropas. El toque final de la visita es la pequeña y bonita iglesia del museo. Numerosas exposiciones permanentes y temporales completan también las colecciones. Cafetería en el lugar para una comida o una pausa para el café.

El Museo de Arte de Kuopio se encuentra en un antiguo banco y los temas principales de las colecciones y exposiciones giran en torno a artistas finlandeses de finales del siglo XIX hasta la actualidad, que han trabajado principalmente en temas relacionados con la naturaleza y el medio ambiente. Verá cómo la percepción visual y la experiencia emocional se alternan en los modos de representación de los artistas, con un impacto real de las ideologías imperantes en sus obras. Exposición temporal también.