Qué ver y hacer Lappeenranta

Durante cuatro generaciones, la casa perteneció a la familia Wolkoff, una acaudalada familia de comerciantes rusos, desde 1870 hasta 1986. En ese año, Johannes Wolkoff lo donó a la ciudad como museo. Es una de las casas de madera más antiguas de la ciudad. La casa está impregnada de la tradición religiosa ortodoxa de esta familia rusa. A saber: está muy bien decorado para la Pascua y la Navidad según las tradiciones ortodoxas, ideal para descubrir un poco más de esta cultura. La tienda de recuerdos y el restaurante Wolkoff de al lado.

El museo presenta la historia de la región, con objetos tradicionales relacionados con la historia, tradiciones bélicas, arte religioso, folclore y una sección de arte moderno. Se expone una interesante miniatura de la ciudad de Viipuri (Vyborg) de 1939, antes de que fuera anexionada por la URSS. Antes de la Segunda Guerra Mundial, Finlandia incluía la ciudad de Viipuri y gran parte del lago Ladoga. En aquella época, Viipuri era la segunda ciudad del país, con 86.000 habitantes.

Construido en el ^siglo XVIII, el edificio domina la ciudad y el lago Saimaa. La fortaleza albergó un campo de prisioneros tras la guerra civil. Cerca de 3.000 guardias rojos fueron encarcelados aquí, 500 de los cuales fueron ejecutados. Mágica en invierno, con sus casas antiguas, sus calles empedradas, la ligera niebla, el frío que te atenaza y la belleza de los parques que la rodean. En verano, los colores vivos dan al lugar una cara aún más diferente. La fortaleza alberga tres museos (Museo de Carelia del Sur, Museo de Bellas Artes y Museo de la Caballería), tiendas y cafés.