Guía de viaje Kennecott

Sencillamente, la mayor ciudad fantasma de Norteamérica En 1900, dos buscadores llegaron al glaciar Kennecott (o Kennicott) y pronto encontraron cobre en las cercanías. Mientras que las minas contenían generalmente un 2% de cobre, en este lugar la media era del 15%, con excepciones de hasta el 70%.La zona pronto prosperó con la llegada del ferrocarril en 1911. Un grupo de inversores formó la Kennecott Copper Corporation. Se construyó un gran complejo rojo con oficinas, tiendas, casetas para los trabajadores, una sala de recepción, una escuela e incluso pistas de tenis. Todo esto estaba encaramado en la ladera de una montaña. De 1911 a 1938, las minas funcionaron a pleno rendimiento, extrayendo casi 590.000 toneladas de cobre. Pero cuando todo fue extraído, el lugar fue abandonado en 1938. ¡Y todo quedó atrás! Esto lo convierte en uno de los lugares mejor conservados de la historia minera estadounidense.En 1974, el ferrocarril se convirtió en una carretera. Kennecott quedó entonces abandonado a su suerte y los habitantes no dudaron en saquear el viejo complejo de sus ventanas, puertas u objetos que pudieran serles útiles. Los turistas también contribuyeron al saqueo llevándose todo lo que podía ser un recuerdo. A pesar de este saqueo, Kennicott sigue siendo un hermoso testimonio del pasado.Cerca, a 6 km, el pueblo de McCarthy, con sus 28 habitantes (20 hombres y 8 mujeres), es el punto de partida para visitar los restos de Kennecott. Aunque ahora los dos sitios se fusionan, no siempre fueron iguales. Mientras que Kennecott era una ciudad puramente industrial, MacCarthy se creó a principios del siglo XX como lugar de entretenimiento. Alcohol, mujeres y canciones En otras palabras, salones, restaurantes y un barrio de mala muerte. El espíritu sigue estando ahí en una pequeña parte.