MONTAÑA BRUKKAROS

La montaña de cima plana que se ve desde la carretera B-1 en la brumosa lejanía es el volcán Brukkaros (1590 m). Se encuentra en el territorio de los namas, que abarca 21677 kilómetros cuadrados de tierra árida y pedregosa. Muchas familias siguen viviendo en chozas y chabolas de hojalata en estas tierras, criando cabras para subsistir. Berseba es el principal pueblo cercano al volcán. La excursión a Brukkaros no es imprescindible, pero si el tiempo lo permite, desde la carretera entre Mariental y Keetmanshoop constituye un interesante desvío de unas horas, tanto por las vistas desde la cima del volcán como por el encuentro con los namas en los pueblos de Tsès y Berseba. La escarpada roca negra es de una austeridad conmovedora. En las rocas han echado raíces los árboles aloe (Aloe dichotoma), pero los mechones puntiagudos de su fino follaje no dan sombra al caminante. El desfiladero se va haciendo poco a poco más profundo, el caos de rocas brillantes da paso a formas más redondeadas y aparece el cráter principal, ahora mudo. Supone una hora de marcha (tres kilómetros y medio).

A la altura de Tsès, desde la carretera B-1 tome la pista de grava M-98 que se dirige hacia el oeste. En Berseba, tome la pista D-3904, que pronto se estrecha, se retuerce y asciende por la ladera pedregosa del volcán. A mitad de camino, la pista finaliza en un terraplén que domina el polvoriento valle. El sendero sigue ascendiendo suavemente sobre un desfiladero ancho, profundo y oscuro. La pista que asciende al volcán está cubierta de grava y bien cuidada.