Los mejores alojamientos Bellinzona

Situado al pie del castillo de Montebello, a 10 minutos de la estación de tren y cerca del centro histórico, este bonito albergue es uno de los albergues juveniles suizos. El albergue tiene la ventaja de ofrecer varias categorías de habitaciones, muy bien equipadas y con una limpieza poco habitual. Las habitaciones pueden ser individuales o con dos camas individuales para mayor privacidad. Por un mejor precio, puedes optar por alojarte en los dormitorios de 10 camas. También puedes disfrutar del jardín.

Situada a poca distancia de la ciudad, dentro de una gran propiedad, esta granja familiar ofrece 10 encantadoras habitaciones rodeadas de viñedos, olivos, pastos y bosque. En este ambiente deliciosamente tranquilo, también puede sentarse a disfrutar de los vinos Petit Verdot cultivados en el lugar y de una buena cocina local con un toque de gastronomía. Las habitaciones son bonitas y acogedoras, cada una lleva el nombre de una vid. La suite de Isabella tiene una impresionante bañera de piedra caprichosa.

Este bonito edificio rosa ofrece habitaciones para presupuestos ajustados, algunas de las cuales (las económicas) tienen baños compartidos en el rellano. Se parece más a un albergue juvenil que a un hotel de verdad. Céntrico, de fácil acceso y tranquilo, goza de una ubicación ideal en el centro histórico de Bellinzona. Por la noche, las habitaciones son pequeñas, bastante sencillas pero decentes. La limpieza es impecable. Plus: aparcamiento con acceso directo al hotel. Buena relación calidad-precio. Conexión wifi.

Situado en Giubiasco, en una encantadora plaza, a pocos kilómetros del casco antiguo y de los famosos castillos, es uno de los hoteles más bellos de la zona de Bellinzona. Ubicado en el Palazzo Scalabrini ^{del siglo XVIII}, el hotel se ha modernizado con gusto conservando su elegancia original. El servicio es impecable y atento y el desayuno excelente. Las 31 habitaciones son amplias, luminosas y elegantes. Además: aparcamiento gratuito y alquiler de bicicletas. En resumen, una pequeña joya

Un mítico hotel de los años 1900 frente a la estación de tren. Conserva el garbo de esta bella época y ha sido capaz de adaptarse a las nuevas exigencias de los turistas. El ala adicional inaugurada en 2014 aporta un carácter más moderno y se combina perfectamente con la arquitectura del antiguo edificio. Las habitaciones son encantadoras, especialmente las del ático donde las vigas de madera despiertan el espíritu de antaño. Un servicio digno de un palacio, un equipo a su disposición y una cuidada gastronomía.