FONDAZIONE MONTE VERITÀ
Monte Verità, enclavado en las colinas que dominan Ascona y el lago Mayor, siempre ha sido un imán de ideas, tendencias, experimentos y personalidades históricas. La colonia alternativa y vegetariana de principios del siglo XX creó el mito de Monte Verità, que pronto se convirtió en punto de encuentro de anarquistas, filósofos e intelectuales. La colina de Ascona albergó primero un sanatorio, luego una comunidad de artistas hacia los años veinte, antes de ser adquirida por Eduard von der Heydt, banquero y coleccionista de arte alemán. Se convirtió entonces en un moderno centro hotelero, que acogía a celebridades de los círculos artístico, político y cultural. A la muerte del barón, fue cedido al cantón del Tesino. Hoy es una institución polivalente que comprende un centro cultural y museístico, un hotel, un restaurante y un centro de conferencias. En el parque se pueden admirar la Casa Selma, una pequeña cabaña con luz de aire construida en 1904 por los primeros colonos, y la Casa Anatta. La Casa Anatta ha sido restaurada como centro de diversas exposiciones sobre temas como la utopía y la reforma del alma. El edificio principal alberga la exposición "Monte Verità. Le mammelle della verità" de Harald Szeemann, que presenta diversos aspectos de la historia del monte. El Padiglione Elisarion, en el parque, alberga el cuadro Chiaro mondo dei beati( Claro mundo de los beatos ), pintado entre 1919 y 1929 por Elisar von Kupffer, pintor, poeta, historiador y dramaturgo de la nobleza báltica.
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Opiniones de los miembros sobre FONDAZIONE MONTE VERITÀ
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Malheureusement, les chambres n'étaient pas tout à fait à la hauteur de cet excellent effet extérieur. L'équipement semblait simple et un peu austère - plutôt comme dans une auberge de jeunesse ou même une cellule de détention. Les lits étaient très bas et peu confortables, particulièrement inadaptés aux personnes âgées. À cela s'ajoutaient l'absence de climatisation, l'absence de télévision dans la chambre et une forte insonorisation qui nuisait encore plus au sommeil. Nous avons également trouvé peu pratique le fait qu'il n'y ait que des lits simples.
En résumé : ceux qui aiment le calme et la nature et qui attachent de l'importance à un lieu particulier avec une histoire y trouveront leur compte - ceux qui recherchent le confort et l'aménagement contemporain des chambres, plutôt moins.