Cómo llegar y contactar
La abadía de San Mauricio debe su origen al santuario construido sobre la tumba de San Mauricio y sus compañeros mártires, soldados tebanos muertos hacia el año 300 d.C. Fundada en 515, es el monasterio cristiano en activo más antiguo de Europa.
La comunidad de canónigos regulares es la guardiana de las reliquias sagradas, cuyo culto forma parte del Patrimonio Suizo de Tradiciones Vivas. Importante centro religioso y espiritual, es también una de las paradas de la Vía Francígena de peregrinación a Roma, seguida desde la Edad Media por nobles, peregrinos y comerciantes, como atestiguan los numerosos objetos de su tesoro.
Podrá descubrir el patrimonio religioso, arquitectónico, histórico, cultural y arqueológico del lugar a lo largo de la visita audioguiada, en la que reconstrucciones e imágenes generadas por ordenador le guiarán paso a paso a través de más de 1.500 años de historia.
La basílica, las vidrieras, el órgano monumental y el carillón le ofrecerán un marco majestuoso en el que se celebran fiestas y conciertos durante todo el año. Una excursión apasionante e instructiva, que también puede combinarse con talleres de descubrimiento y degustación de los vinos y cervezas producidos por la Abadía (con cita previa).
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre ABADÍA DE SAN MAURICIO
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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Autrement, le circulaire pourrait être oval et, il ne serait pas un cercle, c'est à dire circulaire; allez-voir?
L'exposition temporaire sur le Suaire de Turin ("Le Saint Suaire : Un Signe d'Espérance") était remarquable, avec une présentation qui incite à la réflexion et une citation émouvante du pape François sur l'espoir et l'amour de Dieu. La relique de la Couronne d'épines, posée sur un tissu rouge vif, était un autre point fort sacré. La messe du dimanche de Pâques dans la basilique historique a été profondément édifiante, avec de superbes vitraux qui ont renforcé l'ambiance spirituelle.
Après avoir visité les objets sacrés et les catacombes, nous nous sommes promenés dans le cloître paisible, où la glycine encadre magnifiquement la cour. Les 1 500 ans d'histoire de l'abbaye, le personnel accueillant et le cadre paisible ont fait de cette visite une expérience cinq étoiles. Une visite incontournable en Valais !