MUSEO DE LA CRUZ ROJA
Geopolítica internacional, pero desde una perspectiva humanitaria. Un excelente museo para una exploración profundamente conmovedora.
"¿Cómo nos afecta a todos, aquí y ahora, la acción humanitaria? Esta es la pregunta que se plantea El Museo Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es un lugar de recuerdo, creación y debate. Invita a artistas, socios culturales e investigadores a reflexionar sobre las cuestiones, los valores y la pertinencia de la acción humanitaria. El museo cuenta con una exposición permanente, una exposición temporal y acoge una residencia anual de artistas. HINIVUU, el café del Museo, cuyo nombre procede del acrónimo de los siete principios humanitarios, está abierto de martes a domingo y todos los jueves hasta las 21.00 horas. Un jueves al mes, el café HINIVUU abre por la noche para noches de DJ. Una visita a la exposición permanente le llevará en un viaje virtual al encuentro de personas desarraigadas de todo el mundo. La presentación de los distintos temas es original e interactiva. No permanecerá indiferente durante su visita, que es casi como una exploración "sobre el terreno", mucho más concreta que un breve relato mediático. El término "refugiado" se utiliza con demasiada frecuencia para deshumanizar a estas personas que abandonan sus países porque no tienen más remedio. Arrojados contra su voluntad a los caminos del exilio, y a menudo sin esperanza de retorno, siguen figurando entre los "privilegiados" (todo es relativo) en esta pesadilla cotidiana que les empuja a dejarlo todo atrás. Tienen los medios para marcharse. Sin embargo, se ven arrancados de su tierra, presa de la angustia y el trauma de la separación familiar o el abandono de su vida cotidiana. A causa de la guerra, el hambre o la catástrofe, huyen de la miseria, muchos de ellos reducidos a apátridas, en busca de una vida mejor, de un El Dorado que no existe. Detrás del término "refugiados", tan utilizado en los medios de comunicación, hay masas anónimas de mujeres, niñas, niños y hombres que le contarán sus historias. Una exposición especialmente interesante y bien elaborada sobre el drama del exilio.
En la exposición permanente se abordan tres temas: "Defender la dignidad humana", centrado en el derecho internacional humanitario, que implica el respeto de la vida y la integridad de la persona, un desafío permanente (no olvidemos que la Cruz Roja nació de la acción de Henry Dunant, horrorizado por la pesadilla de la batalla de Solferino, una "carnicería"). El espacio titulado "Defender la dignidad humana", diseñado por el arquitecto brasileño Gringo Cardia, nos muestra una copia de la Convención de Ginebra de 1864.
El segundo tema, "Reconstruir los lazos familiares", evoca el trauma y el desgarro de la separación entre familiares, o "cómo reconstruir los lazos", cuando éstos se rompen (las víctimas pierden parte de su orientación y de su vida cotidiana, y tener noticias de los demás es fundamental para su equilibrio). Se afirma que "los lazos que nos unen ayudan a definirnos; cuando los lazos se rompen, perdemos parte de nuestro equilibrio y de nuestra orientación". Por ello, el CICR ayuda a los refugiados a reconstruir estos lazos, volviendo a conectar a los familiares que se han perdido el rastro a través de fotos, entre otros medios. Los testimonios de estos reencuentros y las cartas de las personas reunidas con sus seres queridos son conmovedores. Pasamos bajo una lluvia de cadenas de acero para evocar la reconstrucción de los lazos familiares, y descubrimos la labor de los archivos en modo real. El recorrido ha sido diseñado por el arquitecto Diébédo Francis Kéré (Burkina Faso).
El tercer tema, "Limitar los riesgos naturales", aborda la prevención en la lucha contra las epidemias y las catástrofes naturales. Se trata de una visita interactiva en la que usted participará. Revivirá el contexto, por ejemplo, la búsqueda de un prisionero de guerra, siguiendo el mismo planteamiento que durante la guerra de 1914-1918 navegando por los archivos.
Más recientemente, le impresionarán los ojos de los niños que perdieron a sus padres y fueron separados de sus familias durante el genocidio de Ruanda, a través de sus fotos presentadas en una pared magistral. Podrá escuchar el testimonio de una joven tutsi que tuvo que huir de aquel país, sobre su supervivencia en los campos de refugiados a cargo de sus hermanos pequeños. O a un periodista que trabajaba para el canal qatarí Al Jazeera, cubriendo la guerra de Afganistán, que fue detenido en Pakistán y enviado a Guantánamo durante seis años, aislado de su familia. Una joven china relata el trauma del terremoto de Sichuan (China). Otros refugiados, presentados en forma de hologramas, también relatan sus experiencias. Se pueden seguir muchos otros relatos conmovedores. A través de estos testimonios, el CICR presenta sus acciones en todo el mundo, que ayudan a recrear vínculos entre familiares. El periodista de Guantánamo recibe la primera carta de su familia gracias al CICR, tras varios años de detención. Algunos niños en Ruanda se reúnen con familiares que los han localizado a través de fotos.
En la sala "Limitar los riesgos naturales" se explica también cómo podemos intentar anticiparnos a los cataclismos y adaptarnos a los nuevos riesgos climáticos de un medio ambiente degradado, cambiando la cultura, el tipo de hábitat, la ganadería, etc. El tema es muy actual y la presentación de las catástrofes naturales no se limita a denunciar el fenómeno, sino que sobre todo busca y encuentra soluciones, recurriendo, entre otras cosas, a los conocimientos de los autóctonos y a sus saberes ancestrales de gestión y respeto de la Madre Tierra.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre MUSEO DE LA CRUZ ROJA
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