MUSEO NACIONAL
El museo alberga una colección de objetos antiguos procedentes de todas las regiones del país. Una de sus alas ha sido restaurada con el apoyo de la Embajada de Japón, pero todo el museo sigue necesitando una renovación para mostrar los objetos recogidos. El museo acoge regularmente exposiciones temporales y otros actos culturales. La exposición permanente está formada por objetos emblemáticos de las principales etnias de Guinea y de las diferentes culturas, incluyendo algunas máscaras y trajes tradicionales. La breve visita es comentada por el comisario o por un animador, que no siempre es muy entusiasta. Una maqueta situada al final de la exposición permanente muestra las estructuras del hábitat de las distintas regiones. Es una pena que la sala de exposición esté tan mal iluminada y los objetos tan mal expuestos. Afortunadamente, tiene aire acondicionado. Hay que tener en cuenta que normalmente está prohibido hacer fotografías dentro del museo, a menos que se pida permiso al director (sin ninguna garantía). Las reservas del museo parecen ser bastante importantes, pero la flagrante falta de recursos de la estructura parece condenarlas a permanecer ocultas. En el patio del museo se han reunido estatuas y bustos que datan de la época colonial, pero también otros más recientes. Este bricolaje histórico está dominado desde la parte superior por un enorme y magnífico árbol de queso que debe haber visto entrar y salir a mucha gente en este patio, pero también por la estatua de Eugène Ballay, gobernador de la Guinea francesa a finales del siglo XIX y principios del XX. Al pie del árbol, como instalada bajo su ala protectora, se encuentra la maciza cabaña de Olivier de Sanderval construida en 1896, uno de los últimos vestigios del paso de este explorador francés por Guinea y de su alocado proyecto de crear un reino en Fouta Djalon (leer al respecto Le Roi de Kahel de Thierno Monénembo). Hoy es una curiosa ojiva de hormigón, a veces ocupada por pintores que exponen allí sus cuadros. El recinto del museo también alberga una tranquila cafetería con una cabaña de paja coronada por un gigantesco casco colonial, que parece ser un homenaje hueco al colonizador francés (cerrado en el momento de nuestra visita en mayo de 2022). También en las cercanías, un artesano expone objetos de arte, especialmente tuaregs. En definitiva, el museo es un lugar bastante sorprendente en Conakry. Si estás en la zona, asegúrate de pasar por allí. Para una visita guiada y un punto de vista histórico, pida conocer a la animadora principal, Martine Sara.