ARCA DEL SEÑOR
La construcción del Arca del Señor fue el resultado de una intensa lucha de los habitantes contra el régimen comunista, que quería una "ciudad sin Dios". Pero los trabajadores de Nowa Huta, muchos de los cuales venían del campo, ganaron. El futuro Papa Juan Pablo II, Karol Wojtyła, entonces arzobispo de Cracovia, colocó la primera piedra de la iglesia en 1969, en este caso un fragmento de la tumba de San Pedro enviado por el Vaticano.
El templo se asemeja al Arca de Noé, encallada en el monte Ararat, con su mástil de 70 metros de altura en forma de cruz rodeada de una corona. Es una metáfora del hecho de que el cristianismo sobrevivirá al comunismo. En el interior de la iglesia hay un gigantesco Cristo de bronce, de 8 m de altura, crucificado pero sin cruz. En los meses siguientes a la apertura de la iglesia, se celebraron misas cada 30 minutos los domingos para hacer frente a la multitud. Del 13 de diciembre de 1981 al 22 de julio de 1983, durante la Ley Marcial, el 13 de cada mes se celebraba en esta iglesia la "Misa por la Patria", por la justicia social y el respeto a los derechos humanos. A estas masas les siguieron manifestaciones contra la violación de los derechos civiles por parte de las autoridades, que fueron duramente reprimidas por la policía. La víctima más famosa de estos disturbios fue Bogdan Włosik, un estudiante de 19 años que trabajaba en la acería. Frente a la iglesia hay un monumento que conmemora el lugar donde Włosik fue asesinado por un agente de la policía secreta en 1982.