Los mejores bares de barrio Cracovia

En la esquina de la plaza Szeroka, el Krokodyli es una visita obligada al aventurarse en las callejuelas que separan el antiguo barrio judío de su homólogo cristiano. Ya sea para tomar un café, una copa con los amigos o una discoteca en la pista de baile, este bar es muy animado, sobre todo por las noches, sin las aglomeraciones a veces asfixiantes de la plaza Nowy. La terraza de la parte trasera es una pequeña y agradable zona verde escondida (puedes pedir pasta y Pierogis de Warsztat y comerlos aquí). Un lugar excelente para relajarse en pleno verano.

Majka da miedo a primera vista: al fin y al cabo, es un bar lounge en un edificio soviético de hormigón armado de color gris apagado que no ha sido reformado desde la caída del Muro. Sin embargo, todo el local está caldeado por la cálida presencia de los habituales y del personal, que han convertido este cascarón de cemento en un seductor refugio que destila cierta nostalgia de la época socialista. Su reciente renovación crea un interior que contrasta con su aspecto y ha ampliado la lista de cervezas de barril que se sirven en el local, para deleite de los lugareños.

Unas cuantas mesas de madera, una barra, una vela en cada mesa, personas habituales... ¡y listo! Este pequeño bar de barrio, cuyo nombre significa "humo", no se ha quedado vacío a pesar de la prohibición de fumar en lugares públicos. Sin embargo, la gente solía venir aquí a fumar en el bar, con los amigos, sin ningún tipo de problema. Hoy en día, el DYM sigue siendo una parte animada de la vida local y a menudo se llena por las tardes, especialmente los fines de semana, de jóvenes polacos que quieren tomar algo tranquilamente lejos de las carreteras principales.

Este pequeño bar de barrio fue el primero de Cracovia en servir cerveza artesanal cuando abrió hace unos diez años. Dos mostradores separados sirven cerveza polaca y cerveza extranjera. Los camareros saben mucho sobre las bebidas que sirven. En las paredes hay carteles de la película El Padrino. Con el paso de los años, se ha convertido en uno de los bares más populares de la ciudad, con una clientela habitual que contrasta un poco con el público juvenil del otro lado de la manzana.