PARQUE NACIONAL JEANNETTE KAWAS (PUNTA SAL)

Este parque nacional de 782 km2 está situado al oeste de la bahía de Tela. Debe su nombre a Jeannette Kawas, una ecologista (presidenta de la asociación Prolosante) que luchó toda su vida para proteger el litoral frente a las cooperativas de agricultores dedicadas al cultivo de palma africana (aceite de palma), antes de ser asesinada en abril de 1995. También se la conoce como "Punta Sal": nada que ver con la sal; "sal" viene de salir.

Los piratas apreciaban las pequeñas bahías por el refugio que ofrecían (Puerto Escondido en particular); los turistas de hoy disfrutan del encanto de sus hermosas playas (no son las más bellas del Caribe, ¡pero aún así!); y a los aventureros de todas las épocas les encanta la sensación salvaje y de "fin del mundo" del parque.

Hay dos lugares principales: la península y la laguna (ambos son objeto de excursiones apropiadas). Para acceder a la península hay que pagar una entrada (a menudo incluida en los servicios ofrecidos por los operadores). La excursión clásica consiste en un paseo en lancha de una hora hasta la primera playa (con delfines, si se tiene suerte); después, una caminata muy fácil y quizá algo lenta de entre media hora y una hora hasta otra playa (donde se ven monos aulladores y calvos, arañas, serpientes y una hermosa vegetación tropical); la lancha lleva a los turistas de vuelta, pasa por la punta de la península (petreles, etc.) antes de atracar para una hora más o menos.por último, terminamos con una comida en una hermosa playa habitada por una comunidad indígena y garífuna (playa Cocolito). Es posible acampar allí: una alternativa que no hay que pasar por alto en este magnífico entorno. Recuerde llevar (y traer) todo consigo.

La Laguna de los Micos atraerá a todos los observadores de aves: durante el verano se identificaron nada menos que 350 especies. En el programa también figuran monos, tortugas, iguanas, etc. Los manglares conforman un paisaje único. La excursión también incluye una visita al auténtico pueblo garífuna de Miami, uno de los parajes naturales más bellos de la costa norte de Honduras. Está construido enteramente de manja, caña brava y hojas de palma.