Qué ver y hacer Vardø

Hamningberg (Hámmanbirgi en sami) es una pequeña aldea de pescadores expuesta a la furia del gélido océano Ártico. En 1900 aún tenía 250 habitantes, se salvó durante la Segunda Guerra Mundial y finalmente fue abandonada por sus habitantes en la década de 1960. El pueblo está situado en el extremo oriental de Noruega, en la punta de la península de Varanger, a orillas del mar de Barents. Aún así, la fauna y la flora son bastante ricas y se pueden ver aves, zorros rojos y otras especies típicas de estas latitudes.

En la ciudad hay varios museos que recorren los acontecimientos importantes de la historia de la región. Las distintas exposiciones están repartidas por los edificios de la ciudad. Por ejemplo: el Museo de los Pomores Rusos, el monumento Steilneset o el monumento a las brujas quemadas durante el siglo XVII, la fortaleza de la ciudad que data de principios del siglo XVIII, Tuomainengården, una vivienda tradicional de Kvonian, ¡y muchos otros! Para los más curiosos, hay muchos lugares que ver y aprender sobre la rica y poco conocida historia de la región.

La isla de Hornøya es una joya, una visita obligada para los amantes de la naturaleza y las aves. Hornøya es un paraíso para los miles de aves que residen aquí. Las normas son estrictas y deben seguirse al pie de la letra, ya que aquí no se bromea con la preservación de la fauna y la flora. Hay que caminar solo por los senderos señalizados, no contaminar y no molestar a los animales bajo ningún pretexto. Es posible hospedarse en la isla.

Se extiende a lo largo de la orilla del agua como un largo barco de lona tensada y acero. El memorial de Vardø se inauguró en 2011 en memoria de las víctimas de la caza de brujas. Se entra en un pasillo largo y oscuro. En las paredes están inscritos los nombres y las historias de cada una de las víctimas, iluminadas por una pequeña llama. Justo al lado, la segunda parte de la obra de Louise Bourgeois, Flammehuset, «arde» en silencio: una silla en llamas que simboliza la caza de brujas está colocada en una sala redonda diseñada por Peter Zumthor. Una visita apasionante. No se la pierda.

Ya existía aquí un fuerte en 1307, pero la actual fortaleza, con forma de estrella, data de 1730. Se inspiró en el modelo francés, con fortificaciones que permiten ver al enemigo allí donde se encuentre. Es el fuerte más septentrional del mundo, conocido como puesto fronterizo de Noruega en el noreste. Alberga el museo de Lushaugen, dedicado a las expediciones polares y a la vida local. De vez en cuando organizan eventos: conciertos, lecturas e incluso un café de idiomas.