Qué ver y hacer Lillehammer

Las estaciones de los Juegos Olímpicos de 1994 se han transformado en un gran parque de atracciones abierto todo el año en el que se pueden descubrir las sensaciones habitualmente reservadas a los competidores. El salto de esquí, la pista de bobsleigh, todo está abierto todo el año y adaptado a sus deseos. Actividades: tobogán, pase de remonte, casco y gafas. También se puede dormir aquí, lo que se recomienda para aprovechar las numerosas actividades que se ofrecen

Con sus 140 antiguas casas de madera con tejados de turba, es uno de los mayores museos al aire libre de Europa. La granja Bjørnstad tiene 27 edificios. En total, el museo cuenta con 4.000 objetos y 185 casas. Cada dos horas se realizan visitas guiadas para conocer las diferentes culturas rurales y la vida en la granja y en los pastos de montaña. Se puede ver hilar, tejer y tallar en madera. En la cafetería al aire libre se sirven especialidades locales.

Esta casa perteneció a Sigrid Undset, Premio Nobel de Literatura en 1928. Se trasladó a Lillehammer en 1919. Entre los diversos edificios de la finca hay dos casas antiguas de la gran granja del valle de Gudbrandsdal, en la que la autora se inspiró para su gran saga medieval Kristin Lavransdatter (Ediciones Stock, 1986). Una de las casas alberga una colección de cuadros del marido de Sigrid Undset, A. C. Svarstad.

Una inmersión en la historia de los Juegos Olímpicos, con muchos objetos donados por los atletas. No es fácil de recorrer, pero sigue siendo interesante y no hay que perdérselo También hay exposiciones temporales y actividades para niños (consulte el programa en la web o por teléfono). En la tienda del museo se pueden encontrar algunas cosas bonitas, como los espejitos con el logotipo de las Olimpiadas del 94 Y si tiene hambre, vaya a la cafetería

Inaugurado en 1992, este nuevo edificio con forma de piano de cola, hecho de piedra natural, metal y madera rubia, alberga una gran colección de pinturas noruegas del periodo 1830-1930. Hay importantes obras del periodo romántico, representadas por paisajes de Johan Christian Dahl, interiores campesinos de Adolph Tidemand y escenas bucólicas de Hans Gude. No se pierda los pocos Munches, así como elIdilio de Christian Skredsvig, el orgullo nacional.