PARQUE VIGELAND (VIGELANDSPARKEN)
Gustav Vigeland (1869-1943) es un escultor noruego conocido por su inmensa contribución a la vida artística de Oslo. Creó el parque Frogner, o parque Vigeland, donde se exponen muchas de sus esculturas. Sigue siendo un escultor único y un símbolo eminente del arte noruego en la escena internacional. El parque Vigeland es una de las atracciones más concurridas del país, con casi un millón de visitantes al año. En verano, es habitual ver a los habitantes de la ciudad tomando el sol en bañador en una de sus muchas praderas, con auriculares inalámbricos en los oídos. Desde 1924, el parque alberga y expone obras en granito y hierro forjado del artista noruego que le da nombre. Hoy se exhiben 214 de las 650 estatuas y dibujos que el artista creó para el parque, y son uno de los símbolos más fuertes de Oslo. Es el mayor parque de esculturas del mundo dedicado a un solo artista. El parque se considera la obra de toda una vida de Vigeland: de hecho, dedicó casi veinte años de su vida a su creación. Es un lugar de visita obligada que refleja la filosofía noruega, que da gran importancia a la naturaleza. El parque es el resultado de una disputa entre Vigeland y el Ayuntamiento de Oslo: Vigeland fue desalojado de su casa en 1921, pero el Ayuntamiento lo realojó en el edificio que hoy es el Museo Vigeland. A cambio de sus nuevas instalaciones, casa y estudio, prometió donar todas sus obras a la ciudad. Estas enormes esculturas, de todos los tamaños, tienen varios temas principales: la muerte, la vida cotidiana, hombres, mujeres y niños. También es un lugar muy agradable y limpio para pasear, sea cual sea la estación. Los habitantes de la ciudad hacen footing por aquí. Entre las estatuas más famosas están el Sinnataggen (El niño enfadado) y el Monolitten (El nonolito), que se eleva diecisiete metros sobre el parque, y la gran fuente de bronce con sus veinte estatuas que representan el círculo de la vida, la Livshjulet (La rueda de la vida). En 1940, se abrió la primera sección al público: el famoso puente de cien metros de largo y quince de ancho, con casi 60 estatuas expuestas. Es un paseo divertido para disfrutar con toda la familia y sentir la naturaleza en plena ciudad todo el año.